Puntadas sin hilo

Los Presupuestos, vistos por un ciudadano normal

¿Pero alguien con buen corazón y recto juicio cree que éstos son los Presupuestos que necesita España para atemperar la existente injusticia social? No. Éstos son unos Presupuestos de clase. De la clase política y civil que dominan y de sus más abyectos aliados.

Aunque voto a IU, no creo que sea posible, ni conveniente, darles un vuelco completo y ponerlos manga por hombro. No creo que IU lo hiciese si gobernase, y en tal sentido me gustaría conocer con detalle qué Presupuestos presentaría. Lo fácil es decir genéricamente que éstos son los Presupuestos de la pobreza y del aumento del paro. Pero sí estimo que sería factible reducir injusticias.

Por de pronto, no creo que IU cometiese el crimen político de aumentar las pensiones un ridículo 0,25%, condenado a nueve millones de españoles a más penuria ante la real subida de lo que cuesta vivir. De hecho ya ha propuesto otras alternativas menos crueles. Paradójicamente, hasta los empresarios lo han hecho, ante los oídos sordos del Gobierno a unos y otros.

Ignoro cómo se combate la reducción del paro a través de los Presupuestos, pero en cualquier caso y bajo cualquier fórmula sería la primerísima decisión. No es posible hablar de justicia ni de salida de la recesión con seis millones de desempleados desesperados. Todo debería quedar supeditado a esto. No se trata de mantener y en su caso aumentar las prestaciones, sino de que el número de parados descienda exponencialmente en lo máximo que la ciencia económica y presupuestaria permita. Esto constituye otro crimen social, que no solucionan los Presupuestos hechos públicos por el Gobierno.

Cuestión principal sería también la reducción de la deuda, en la que unos y otros nos han metido como si fuera nuestro pecado original. Ya debemos un billón de euros, hipotecándonos a perpetuidad. Iremos pagando intereses brutales, pero nunca reduciendo la deuda. Aquí es donde creo que, sin salirse del sistema, lo que IU tampoco haría, deberíamos mostrarnos implacables y pactar con Europa una quita o rebaja de al menos el 50% de la deuda y una ampliación de los plazos de pago, que fijaríamos nosotros. Y conminándolos: o ceden o nos vamos, y que sea lo que el destino quiera. Para mayor inri, el Gobierno deberá presentar a Bruselas estos Presupuestos antes del 15 de octubre para que les dé el visto bueno, o no y en cuyo caso pueda introducir las rectificaciones que considere convenientes y nosotros aceptarlas como corderitos.

Ya se ha oficializado que los empresarios pueden hacer lo que les venga en gana con los salarios de los trabajadores, una vez reventados los convenios colectivos, y si no, ERE y tentetieso. Esto habría que corregirlo.

Es de esperar que no tengan la osadía ni comentan la vileza de calificarlos de sociales. Los niños hambrientos seguirá comiendo en los colegios que se apiaden, y los no niños alargarán las colas de los comedores benéficos.

La presión fiscal alcanzará cifra récord. Nos comen por las piernas Gobierno, Comunidades, Ayuntamientos. Pero no hacen un reparto justo y equitativo de esas cargas.

Los bancos, bien, gracias. Y si no, aquí estamos nosotros para socorrerlos.

Aun siendo peccata minuta, al pobre Rey le rebajan un 2% la cantidad que recibirá para sus gastos y los de su familia y sólo cobrará 7,7 millones de euros. Pero debería reducirse a la mitad.

La prestación a la Iglesia católica sigue igual. Estos tipos no perdonan ni un euro, ni antes ni durante la crisis. Por cierto, seguirán sin pagar el IBI de sus miles de edificios, y continuamos sin conocer cuánto recogen con los cepillos o cestitas. Francisco no sabe nada de esto.

Los dos millones y medio de funcionarios, ya lo saben ustedes, deberán pechar con una congelación. Como todo el mundo. Claro que ellos por cuarto año consecutivo, pero que se aguanten.

No se prevén rebajas en capitostes y ex capitostes políticos o institucionales. Ningún ministro pasará hambre ni será desahuciado. Rajoy se congela el sueldo, imitando al Zapa: solo cobrará 6.500 euros mensuales, que no sé yo si le llegarán, a pesar de que no paga vivienda ni gastos ni transporte ni...

Ah, y sube la luz, pero el Gobierno se lava las manos.

No, éstos no son los Presupuestos para la recuperación, esa cantinela: son los Presupuestos de la inmoralidad política del Gobierno. Desde mi ignorancia, entiendo que unos Presupuestos Generales del Estado son una forma de reparto de la riqueza nacional, y éstos no cumplen ese cometido.

Y ahora la farsa de hacer como que se debaten en el Congreso.

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