Puntadas sin hilo

Fútbol

El Real Madrid es la derecha, el Atlético también de Madrid la izquierda, y el Barça el independentismo. De tanto como les gustaba y gusta el fútbol, ni Mario Benedetti ni Albert Camus ni Eduardo Galeano apenas tendrían tiempo para escribir hoy en día. Prácticamente no existe fecha sin un partido importante. Esta misma noche Barça y Atlético, que también acoge al mundo ácrata, y pendiente de si juega el hispanobrasileño Diego Costa o no, se enfrentan en el primero de los dos encuentros para dilucidar quién pasa a semifinales de la Champions League. Eso quiere decir que España se paralizará a las 20,45 conectada con La 1 y hundiendo las audiencias de las demás cadenas y los índices de lectores de blogs y diarios digitales. Y mañana, El Real Madrid contra el Borussia también partido de ida. Los forofos del Athletic Club de Bilbao lo seguirán expectantes, por ir ellos los cuartos y tener abiertas todas las opciones para jugar la del próximo año, la gran meta vasca.

La cosa se hubiera complicado aún más para Benedetti y Camus que no habrían podido escribir versos maravillosos ni novelas ejemplares, ni Galeano perforar más en las venas de América, por cuanto en los próximos meses el fútbol será el máximo acontecimiento mundial, por encima de guerras, anexiones, inmigraciones y crisis económicas. La próxima, la vuelta de cuartos, en medio de la lucha por los campeonatos de liga nacionales, con el Real Madrid en el abismo; luego, la final de la Copa de España, con los consabidos abucheos al Rey y al himno nacional y rebaja de sonido por parte de la cadena, y Casillas desentumeciendo músculos. Tras las semifinales europeas, con la probabilidad del algún equipo del ‘Estado español’ contra el odiado Mourinho o el envidiado Guardiola, llegará el gran día de la Final, que me parece que coincide con el de las elecciones europeas, que, naturalmente, quedarán desplazadas a segundo plano informativo. Y luego, casi seguido ¡el Mundial de Brasil!, con las favelas desahuciadas como aquí, y la gloria o el dolor para La Roja hasta ahora campeona. Si repitiese, efectivamente la crisis terminaría en España y los españoles serían felices lago tiempo y Rajoy vería asegurada su reelección. Agosto para descansar quince días y vuelta a empezar. El fútbol como terapia cultural y social. Al fin y al cabo el fútbol no es más que un reality show o capítulos de una larga serie de éxito. De modo que no hay por qué despreciarlo. Por algo Mariano Rajoy llevaba el Marca en la mano. La recuperación del Estado de Bienestar puede esperar. A lo mejor y afortunadamente, el fútbol es la guerra civil que con toda indecencia preconiza el señor Rouco.

Barça 2 - Atlético 0

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