El club de la garrapata

La infallable ley de Murphy

17.55 horas. España jugaba en cinco minutos su encuentro frente a Suecia. Entonces recibo una llamada. "Hugo soy Diego (D. Torres de "El País"), te llamo para decirte que si España gana ahora yo al final no voy al entreno de mañana de Grecia y, seguramente, me quedaré algún día en Innsbruck". El perro de dieguito se frotaba las manos pensando en evitar el largo viaje a Salzburgo además del madrugón para llegar antes de las 9.30 de la mañana. Se lo advertí que era mala señal alegrarse antes de que algo ocurra. Aún así predijo que España ganaría. A falta de sólo 2 minutos y con el partido igualado a uno, quise probar suerte. Evidentemente, la ley de Murphy que en ese momento había castigado a Torres se volvió en mi contra. "Diego, te llamo para decírte que te veo mañana tempranito en el entrenamiento", le dije a mi compañero. Justo en ese momento "gol, gol, que marca, que marca, gol de Villa".

Finalmente se cumplió lo que él pronosticó, y sólo por la llamada. Afortunadamente el gol sirve para que España esté ya en cuartos y, aunque no veré mañana a Diego, tenemos asegurado un poquito más de estancia en tierras austriacas. Por Dios que no  tengamos que volver a Suiza. Que caro, cuanta lluvia, que raros son los suizos (con eso de la neutralidad)... pero la ley de Murphy me dice que ahí acabaré.

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