Hace una semana, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz (PSOE), tuiteaba: "En #Andalucía creemos en la #EducaciónPública. Este curso superaremos por primera vez los 100.000 docentes a pesar de tener menos alumn@s. Más maestros y maestras, más bilingüismo, mejores recursos tecnológicos y más apoyo, como libros de texto gratis, a las familias". ¿Saben qué olvidó mencionar Díaz? Los barracones (aulas prefabricadas) con que está sembrada Andalucía, con situaciones tan dantescas como un retrete para 240 alumn@.
La utilización del neolenguaje por parte de la consejera de Educación, Sonia Gaya (PSOE), no mejora la vida del alumnado y el profesorado. Llamar "presión demográfica" a la masificación y "aulas temporales" a los barracones en el Parlamento andaluz no hace más dignas a unas instalaciones a las que dan más ganas de prender fuego que de entrar en ellas.
Rincón de la Victoria es un buen ejemplo de lo que sucede en Andalucía. Ayer iniciaron el curso de secundaria 240 alumn@s en unos barracones que ni siquiera disponen de licencia de ocupación porque la Junta no la ha solicitado al Ayuntamiento rinconero. ¿Cómo la iba a solicitar si el primer día de clase únicamente contaba con un único retrete conectado a la red de saneamiento para esos 240 niñ@s?
Unos barracones, por otro lado, que se ubican a pie de obra (grúa incluida) del que edificio que tendría que haber estado terminado ya, pero que el ritmo de tortuga de la Junta de Andalucía no ha permitido. Es importante precisar en este punto que las movilizaciones ciudadanas reclamando el cuarto instituto en la localidad se remontan a 2013, porque ya entonces se daba un problema de masificación que desde la consejería de Educación siempre se ha negado.
Este problema ya lo abordé hace meses, describiendo como en el centro más masificado la Junta había optado por tabicar las aulas convirtiéndolas en dos para cumplir con la ratio por clase, aunque el alumnado esté como sardinas en lata o, incluso, que las dos mini-clases creadas compartan interruptor de la luz. Este año ni siquiera se han molestado en respetar la ratio: hasta 47 alumnos en un aula, según denunciaban ayer mismo los padres y madres.
Con este panorama tan dantesco, Susana Díaz no puede hablar de excelencia de la Educación Pública. De hecho, ningún padre ni madre deberían enviar a sus hij@s a estudiar a barracones a medio montar, como sucedió ayer en Rincón de la Victoria. La pregunta es sencilla: ¿acudirían ustedes a su puesto de trabajo en unas condiciones similares o iniciarían movilizaciones? La respuesta es obvia pero, inexplicablemente para mí, el alumnado inicia el curso en unas condiciones tan lamentables.