Tierra de nadie

CiU socorre a los favorecidos

A Mas-Colell, el conseller estrella de la Generalitat, se le tiene por un economista tan insigne que sus juicios equivalen a una verdad revelada. De ahí, que si este hombre que ha sentado cátedra en Berkeley y en Harvard y que es el padre de la microeconomía dice que hay que deshacer la subida de impuestos a las rentas superiores a los 120.000 euros que decidió hace un año el Tripartito porque hay peligro de que se muden a Madrid en el AVE con el canario, se le tiene muy en cuenta, no fuera a ser que Cataluña se quede sin sus 50.000 contribuyentes más postineros.

En este caso, sin embargo, algo ha tenido que pasar, quizás un fallo en la calculadora científica que utiliza, porque, como ha demostrado el fiscalista Félix Bornstein en cuartopoder.es, el peligro de fuga de billeteras está a medio camino entre lo ridículo y lo descabellado, tal y como demuestra este ejemplo práctico. Un ejecutivo con una base liquidable neta de 150.000 euros (descontados gastos, aportaciones a planes de pensiones y liquidado el mínimo personal y familiar) tendría en Madrid una cuota autonómica íntegra de 28.554,19 euros; en Barcelona de 30.740,16. ¿Conoce el conseller a alguien que por 2.185,97 euros y con ese nivel de sueldo abandone su ciudad, sus amigos y el bar donde le tienen cogido el punto a sus gin-tonics?

El supuesto de que el directivo dispuesto a tomar las de Villadiego hacia la meseta fuera extranjero es aún más ilógico, ya que en ese caso se beneficiaría de los seis años de gracia que les otorga la ley del IRPF, de modo que sólo tributaría en ese período como no residente, esto es, al tipo fijo del 24% y sólo al Estado, ya viva en Castellldefels o en Alcalá de Henares.

Como la advertencia de Mas Colell, que en realidad se reducía a poner voz al propio programa electoral de CiU, no se entiende por motivos fiscales, habrá que suponer que obedece a otras razones más íntimas, fundamentalmente ideológicas. Los nacionalistas catalanes sienten pasión por los más favorecidos y les duele que se les discrimine injustamente. Cada cual es libre de elegir el objeto de sus desvelos.

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