Estación Término

Vida y muerte con sentido de izquierda en Portugal

Fernando Pedrós
Periodista, filósofo y miembro de Derecho a Morir Dignamente (DMD)

Estos días en Portugal se está dejando sentir un movimiento a favor de la libertad del morir. Los países del Benelux dieron un gran paso a comienzos del siglo al reconocer por ley la libertad del ciudadano al final de su vida. Francia ha querido recientemente imitarles, pero el esfuerzo de Hollande ha encallado y el resultado ha sido mínimo. Ahora es Portugal el país que empieza a dar los primeros pasos hacia una ley de despenalización de la eutanasia al ser capaz de interpretar y vivir la propia existencia y la muerte con talante de izquierda. Será sin duda el bloque de izquierdas quien presente una iniciativa parlamentaria a favor de la autonomía de la persona ante su muerte, es decir, la posibilidad de que el ciudadano pueda solicitar ser ayudado para morir.

Manifiesto provocador

A principios de febrero, el movimiento de ‘Direito a morrer com dignidade’ (Derecho a Morir con dignidad, DMD) lanzó un Manifiesto a favor del derecho a disponer de la propia vida y morir con dignidad. En el manifiesto se dice que "es obvio que haya un derecho inviolable a la vida, pero no quiere decir que haya un derecho irrenunciable a vivir. Nadie puede obligar a nadie a vivir con sufrimiento". Por ello se reclama un debate sobre la despenalización de la eutanasia en Portugal. El movimiento DMD -fundado en noviembre por la profesora universitaria Laura Ferreira dos Santos y por el médico nefrólogo João Ribeiro Santos- aprovechaba el cambio de gobierno puesto que la experiencia dice que con un gobierno de derechas no cabe posibilidad de que el suicidio asistido y la eutanasia puedan ser debatidos con normalidad. Pero lo que parecía en un inicio una osadía resulta que el Manifiesto no solo ha sido respaldado por los partidos que componen el Bloque de Izquierda sino que ha sido firmado por personalidades portuguesas, por algunos miembros significativos del conservador PSD, entre ellos Pinto Balsemao.

Alarmas y beligerancia

Los tres partidos de izquierda presentes en el gobierno se han comprometido a llevar el debate a la Asamblea de la República donde tienen mayoría absoluta. El PSD de Pinto Balsemao ha manifestado que en su momento dará libertad de voto a sus diputados para que voten en conciencia. Sin embargo, como era de suponer, el CDS está claramente en contra del contenido del manifiesto y todo el movimiento que se ha producido con la firma lo encuentra demasiado peligroso. Es la postura conservadora de siempre fundada en la prudencia/miedo que ha de evitar la llamada ‘pendiente resbaladiza’. Para ellos, "los cuidados paliativos son la respuesta civilizada para el sufrimiento al final de la vida" sin querer comprender que las leyes han de promover tanto los derechos constitucionales como a su vez prevenir y evitar que existan abusos.

Frente a este panorama de apertura que ha producido el Manifiesto han empezado ya las noticias de prensa alarmantes. La presidenta de la organización que acoge al cuerpo de enfermería denunciaba recientemente en la prensa que en los hospitales del Servicio Nacional de Sanidad se producen eutanasias clandestinas, y, por otra parte, ya hay un sector de médicos que reclama un referéndum entre los médicos para que manifiesten su postura. Pero como dice Laura Ferreira dos Santos "los derechos fundamentales de las personas no deben estar sujetos a una mayoría. Es una cuestión íntima y una decisión de cada persona". Incluso alguien, dentro de su beligerancia, ya se sitúa en el supuesto día siguiente de que la Asamblea de la República diga un sí mayoritario a la futura ley y piensa que tal posible ley puede encallar en la jefatura del Estado. Es decir, una vez aprobada, puede ser vetada por el jefe del Estado Marcelo Rebelo de Sousa, católico convencido, que entra en funciones el 9 de marzo.

En resumen, Portugal ha empezado a interpretar las conductas eutanásicas con una visión de izquierdas que respeta la autonomía de la persona en su proceso final, y va a llevar la cuestión, vetada hasta ahora, a un debate nacional con el apoyo del Bloque de Izquierdas y el socialdemócrata PSD. Como dice el diputado socialista Pedro Delgado Alves "todavía no hay una ley y el asunto está en su infancia", pero "el PS está dispuesto a analizar el tema y ajustar la legislación a las mejores prácticas europeas". Quizás sea Portugal con su gobierno de izquierdas el cuarto país europeo que respete plenamente al enfermo ante su muerte.

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