Luna Miguel

La pasta

La pasta

Todo el día contando dinero: esta mañana en el banco, una chica rubia saca de su bolso un papel negro en el que envuelve fajos de billetes. Es la primera vez que veo un billete de quinientos euros y también es la primera vez en mi vida que veo tantos billetes de quinientos euros juntos. Más de ocho mil euros en total. La chica rubia se convierte en la envidia de los que estamos esperando para quejarnos de nuestras tarjetas desmagnetizadas o para hacer pequeños ingresos en humildes cuentas. La chica rubia de los ocho mil euros no es nadie, sin embargo, al lado de los tipos trajeados de los diez mil, veinte mil, ochenta mil, doscientos mil euros, ...llones de euros, etc. ‘Conflictos e intereses’ pero más intereses que conflictos. De pronto la Blonde8000 parece una pobretona, y nosotros, los de la cola, no somos más que hormiguitas aplastadas. Lo que no entiendo es por qué hablan tanto de la crisis, si con esas hermosas cifras en sus cuentas no deben ni intuirla. ‘Conflictos e intereses’. Tanta cifra marea. Tendremos que releer El diablo de los números para que Enzensberger nos enseñe de nuevo a sumar números grandes. No quiero imaginar cuánto ganaba entonces Aznar, y cuánto ahora Sarkozy, y cuánto Obama, y cuánto la Merkel, y cuantísimo, ¡oh! cielos, Berlusconi & Co. No les culpo. No les critico. No me importa. Que tengan el dinero que quieran. No les odio. No. Esta mañana en el banco de mi barrio, después de esperar hora y media hasta que Blonde8000 ingresara todos sus bienes, he aprendido a resignarme: es la primera vez y última en mi vida que voy a ver tan de cerca un suculento billete de quinientos.

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