Luna Miguel

AQUÍ HAY MÁS QUE TOMATE

AQUÍ HAY MÁS QUE TOMATE

Álvaro Cuadrado
22 años

Álvaro

Antes de conocer a Álvaro Cuadrado yo no sabía casi nada de Yola Berrocal o de Torito y es que debo ser una descorazonada, porque del mundo del corazón no tengo ni idea. Antes de conocer a Álvaro, también, tenía muchos prejuicios ante esa forma de entretenimiento que practica mi abuela. Esa forma de entretenimiento que practican todas las abuelas. ¿Pero qué digo? Esta forma de entretenimiento la practican padres, madres, hijos, hijas, tíos abuelos y perros del más allá. Qué poco sabes de la vida si no has visto Aquí hay tomate, colega. Y cuento esto porque Álvaro Cuadrado lleva metido en el mundo de la televisión muchísimo tiempo. Desde los 19 años ha trabajado en producción y en guión para muchos programas de Tele 5. Le apasiona la tele, por eso hizo un módulo de Producción y luego se metió a Periodismo y Comunicación Audiovisual. El mundo del corazón tampoco es lo que más me apasiona. Me veo trabajando en la tele mucho tiempo, pero también me gusta la prensa escrita, quisiera currar en una revista de actualidad. Admite que le gustan los realities como Pekin Express o incluso Fama. Trabajar de guionista o de productor para algo así tiene que ser la hostia.

Estudia dos carreras, trabaja por las tardes y los fines de semana y aún así sale todas las noches que puede. Aunque suelo salir con gente mayor que yo, me lo paso bien. Además, tomando unas cañas se te ocurren buenas ideas, y... joder, soy joven y necesito salir. A pesar de su juventud o de su orientación sexual nunca ha sido menospreciado en su trabajo. Puede que Álvaro Cuadrado sea la persona que más feliz he visto con respecto a su vida. No le interesa la política y no le gustaría hacer periodismo político. No es pesimista, sin embargo, con el panorama nacional. Cree que estos años se han conseguido cosas, como el matrimonio gay. Cuando le pregunté por el sentido de la manifestación del Orgullo me contestó que en esa fiesta nada tiene que ver ya la política. El Orgullo es una fiesta más popular que San Isidro. Pero es eso, una fiesta. ¿Qué más queremos luchar? ¿Qué va a reivindicar un tío con tanga y alitas? Hay que divertirse. Venga.

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