Luna Miguel

HUVENTÚ

HUVENTÚ

Francisco Úbeda
28 años

Fran

La edad no importa, o eso dicen, uno siempre es joven en el espíritu. Fran tiene casi 29 años y dice que no se siente viejo. Sólo he notado el paso del tiempo en mi barriga, yo antes era un palillo, y mira ahora. Fran exagera, claro, a pesar de la barba de malote parece que tenga 25. Vive en Madrid desde hace 3 años y trabaja como minutador (sea lo que sea ese trabajo). Curro por las noches, siempre he sido muy nocturno, desde mi adolescencia. Al trabajar por las noches me pagan más. La gente piensa que es duro, pero a mí me gusta. Fran recuerda que a los 18 años quería ser escritor. Empecé un cuento en el que relataba mi vida futura, en ella yo dejaba todos mis hobbies y mis salidas nocturnas para volverme una especie de cartero que trabajaba por las noches. Aunque a los 18 años Fran no sabía que trabajos como el de minutador existían, parece como si hubiera adivinado su futuro (el del oficinista gris). Sin embargo no ha abandonado del todo sus hobbies o su vida social. Sale, hace fotos, ve películas y vive con su novia. Es la primera vez que vivo con mi pareja y la verdad es que estoy bastante contento. La situación económica en la que me encuentro nos permite vivir juntos aunque ella no pueda trabajar, aún no tiene los papeles para residir en España, pronto se le acabará el visado de estudiante. Esa es una de las razones por las que Fran se va a casar. Aunque no es la única razón. Sabe que se quieren mucho y también sabe que puede resultar precipitado. Pero un papel no puede separarnos, dice. Nos va demasiado bien como para tener que dejarlo por una cuestión legal, iya son suficientemente complicadas las relaciones!

Fran y su chica viven en un pequeño apartamento del centro de Madrid. El piso está bastante bien, antes nos quejábamos mucho pero viendo otros por el mismo precio y en la misma zona, nos damos cuenta de que es el lugar perfecto. Acostumbrado a vivir en antros o a llegar a compartir piso con más de cinco personas su actual casa es el paraíso. Un paraíso entre putas y yonquis. La zona aún puede resultar un poco chunga. Pero eso no importa. Aún somos jóvenes y estamos a gusto. Ese es el espíritu.

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