Otras miradas

Cornellá según Casado

Javier López Astilleros

Analista político

Dice Pablo Casado que quien viene a España no "puede tener un credo contra otras personas". El líder del Partido Popular apuntala así su discurso voluble, peligroso, y con escaso criterio. Obvia el líder del partido conservador que para eso tenemos unas leyes y un marco de convivencia en España, que es el que hay que cumplir y respetar. De modo que es lícito "odiar o amar al vecino" mientras que no atentes contra su dignidad y persona, desde luego. Sin embargo tenemos un político al que gusta abrir la caja de las sugerencias con este tipo de expresiones, en su deseo de marcar distancias ideológicas tanto dentro de su partida como fuera.

Estas declaraciones se producen tras el ataque en una comisaría de Cornellá. Abdelwahab Taib fue 'abatido' de varios disparos en la frente después de intentar atacar con un cuchillo a una agente. Sin embargo, y de momento, no hay ninguna mención a la "guerra santa" tras el registro de su vivienda. Su mujer, convertida al islam, alega que se suicidó por la vergüenza que le causaba ser homosexual.

En definitiva tenemos a un joven gay (según su mujer) traumatizado por su condición sexual. Le afectó de tal manera- debido a la supuesta presión de la comunidad musulmana- que le hizo un extremista. Antes de salir hacia la comisaria, reza y pide "consejo a Dios (Allah)".

No es un "lobo solitario", ni está "adoctrinado". No se ha "auto radicalizado".

Esta secuencia de hechos ha bastado para que Casado estableciera los límites de credos buenos y malos. La asociación automática que establece es obvia, y funciona como la canción del verano. En España llega gente con un "credo" de odio. Así se normaliza un discurso peligroso, porque en esencia es falso, salvo casos excepcionales de terroristas llegados del Cercano Oriente, es decir, procedentes de guerras dirigidas desde el exterior, para mayor oscuridad.

Durante estos días se celebra el Ait Adha o fiesta de sacrificio. Muchos de los líderes mundiales han enviado felicitaciones a los musulmanes de todo el mundo. No me imagino al popular recibiendo tajadas de cordero en pleno jolgorio y rodeado de musulmanes, salvo si son muy poderosos. Es difícil que se retrate con una comunidad manipulada,sospechosa, e intervenida desde el exterior (Marruecos). ¿Cuántos votos perdería?.

El mensaje en política nunca es inocente, y tiene varias lecturas. Mientras que no se fomente un verdadero islam europeo, ajeno a injerencias y subvenciones externas, seguiremos teniendo una comunidad musulmana débil y dependiente. Es esta situación organizativa la que facilita que individuos como Casado utilicen un lenguaje voluble de pirómano.

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