Otras miradas

Estado excepcional, justicia sin andar

Lola Fuentes

Abogada

Fachada del edificio del Tribunal Supremo con la bandera española en lo alto. E.P.
Fachada del edificio del Tribunal Supremo con la bandera española en lo alto. E.P.

Sirva de precedente, que en ningún momento entraría a cuestionar ninguna de las medidas adoptadas por el Gobierno para dar respuesta a esta impensable y cruel pandemia que nos ha azotado inesperadamente, por mucho que así se esfuercen el montón de epidemológic@s que han salido en redes sociales, bien criticando las medidas de confinamiento adoptadas o por entender que debían de haberse adoptado mucho antes. No tenía ni idea que estaba rodeada de tanto científic@.

Confieso que en el mes de enero cuando observaba las imágenes de lo que estaba ocurriendo en China, jamás pensé que luego lo evidenciaría en mi propia carne, que ignorante.
Me consuela que ni soy científica, ni estudié medicina, ni soy experta en pandemias.

Las críticas a las medidas adoptadas, sin ningún criterio, ni rigor científico me parecen atrevidas y por mucho que quieran escudarse en la libertad de expresión, me parece que a día de hoy no suman.

Temía ponerme a escribir. Los días de confinamiento merman la capacidad creativa de cualquiera, pero entre vapores de la cocina, horas de teletrabajo, arbitraje en los conflictos que surgen entre los hermanos de una familia numerosa... consideré importante trasladar la situación en la que se encuentra el sector donde trabajo. Repaso este texto meciendo a un niño, cogiendo a otro.

He intentado desde la declaración del Estado de Alarma, conseguir una desintoxicación de datos exactos de contagios, muertes y sí concentrarme en altas médicas para poder seguir encontrando rayos de optimismo, aunque es muy difícil desengancharse totalmente, el dolor que te provoca conocer la suma de muertes diarias hace que no puedas dejar de pensar en el problema que está produciendo este maldito bicho. También intento no dedicar ni un segundo a críticas vanales que infravaloran el trabajo de nuestro científic@s y expert@s en los que sigo confiando, sin embargo, invierto horas y horas de mís días, dirigiendo mi mirada, hacia las olas de solidaridad que este cruel virus ha parido.

Un gesto responsable me ha parecido el de José Sena Goulao, líder de la oposición de Portugal, que desea "CORAJE, NERVIOS DE ACERO Y MUCHA SUERTE AL PRIMER MINISTRO" .... Todo tan diferente a la realidad española que ante la desgraciada suerte que corremos, seguimos y siguen los líderes de la oposición generando controversia y provocando inseguridad al resto de la ciudadania, sería de ejemplo constatar, que nuestros representantes políticos en una actitud de no sacar tajada en las urnas de una desgracia, mostraran uniformidad, apoyo al gobierno y consenso.

Creo que la realidad que vivimos nos ha sorprendido a todo el planeta, pero dentro de esa sorpresa nunca pensé que un poder tan importante y tan admirado por una servidora, como es el poder judicial, diera con la DECLARACIÓN DEL ESTADO DE ALARMA una frenada en SECO y mientras tanto, en este confinamiento sin precedente ver como las personas con las que trabajas en tu despacho se quedan sin respuestas, entrando con ellas, en la más absoluta INSEGURIDAD JURÍDICA.

El Estado de Alarma se prorroga por segunda vez consecutiva y los Juzgados siguen cerrados a cal y canto, nos quedamos sin previsión de fecha y apertura, siendo los ciudadan@s de a pie los verdaderos perjudicados en esta especial y delicada situación.

El 31 de enero de 2016 entra en funcionamiento un nuevo sistema de comunicaciones Electrónicas con la Administración de Justicia (LEXNET). Se anunciaba a bombo y platillo que las comunicaciones en papel con la Administración judicial ya eran historia, todo operador jurídico teníamos la siguiente opción: o tramitabas por esta aplicación informática tus escritos y demandas o si se entregan en papel no se tramitan.

Ya en presupuestos de 2003 se anuncia que se destina una partida de 33 millones de euros en mejorar la infraestructura electrónica de la Administración judicial y luego en 2017 se destina la cantidad de 61 millones de euros en mejorar la aplicación LEXNET, ahora bien, cuando entre las medidas dictadas por el Gobierno se contempla el teletrabajo, LEXNET NO TIENE OPERATIVIDAD NINGUNA.

Desde la declaración de Estado de Alarma solo se pueden presentar escritos vinculados a estados judiciales urgentes, paralizados todos los procedimientos judiciales.

Pobre del que tuviera previsto una vista judicial penal en la que demostrar su inocencia y alzar orden de alejamiento que lleva sufriendo más de dos años sin poder acercarse a su exmujer y sufriendo como castigo el no poder disfrutar de sus hijos; o los abuelos que llevan años sin poder disfrutar de sus nietas y que tenían prevista la primera vista en el punto de encuentro familiar, ahora cerrado por el estado de alarma y pasar un confinamiento pensando en cómo estarán sus nietas o si les falta algo durante este tiempo; o la persona que tenía prevista la audiencia previa de una cláusula suelo con la consecuente recuperación del dinero indebidamente ingresado en el banco y que ahora le arreglaría la situación de desempleo que sufre como consecuencia de la pandemia; o la mujer que durante un año ha estado esperando que se celebre su juicio para evidenciar que lleva padeciendo en silencio un maltrato físico y psicológico y tenía la esperanza de sentirse por fin libre tras la celebración de la vista; o la persona que es investigada en un procedimiento penal y tenía prevista la vista judicial para evidenciar su inocencia, mientras tanto pasa su confinamiento cumpliendo prisión preventiva con un único pensamiento en su cabeza, cuál será la fecha prevista para su inocencia; o la devolución de las consignaciones judiciales efectuadas por costas judiciales y que no se han devuelto en el estado de alarma a los clientes por la paralización expuesta.

No se ha facilitado durante este tiempo ningún mecanismo para poder agilizar la tramitación de los procedimientos judiciales, y se me ocurren propuestas como la utilización videollamadas o Skype para la realización de comparecencias en procedimientos penales al igual que se ha hecho con la atención de los detenidos en dependencias policiales durante el Estado de alarma o facilitar la presentación de escritos y demandas judiciales para evitar colapsos posteriores; recibir notificaciones de sentencias mediante el sistema LEXNET; liberación de las consignaciones judiciales y todas las actuaciones que no precisan personación e incluso pensar en mecanismos virtuales para las actuaciones que precisen presencia física, antes situaciones excepcionales se me ocurren ofrecer propuestas alternativas y hasta ahora inusuales.

Hoy a más de un mes de la declaración del Estado de Alarma se presenta por el Poder Judicial un centenar de medidas para evitar el colapso tras el estado de alarma, pero sigue sin articularse qué medidas se deben de tomar cuando antes, YA.

Pienso que sumaría el crear una COMISIÓN DE ESTUDIO compuesta por los representantes de los distintos colectivos que intervienen en la Administración judicial: jueces, fiscales, funcionarios, abogados, procuradores.... que mediten sobre las medidas propuestas, su eficacia y seguir proponiendo medidas que eviten el colapso no deseado por ninguno de los que trabajamos en este sector.

NOS PODEMOS PERMITIRNOS MÁS TIEMPO DE PARALIZACIÓN DEL ÓRGANO JUDICIAL, no puede prolongarse más, existen mecanismos informáticos judiciales para que se puedan preguntar por la tramitación de un procedimiento, hacer comparecencias judiciales, firmar divorcios de mutuo acuerdo con firmas digitales y ratificación por videollamadas, admitir y repartir demandas, notificar sentencia que pueden cambiar la vida de los ciudadanos... sí estamos consiguiendo doblegar a un virus hasta ahora desconocido y letal para parte de nuestra población porque no podemos poner a andar una Administración con los mecanismos que ya dispone.

Ante una situación excepcional hay que plantear propuestas innovadoras, nuevas y diferentes, por supuesto que ofrezcan garantías al justiciable, pero que eviten la paralización de la Justicia. Hay que conseguir que la herida que va a dejar esta pandemia necesite una tirita más pequeña.

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