Rosas y espinas

Veo delitos, señor doctor

Estoy más que preocupado esta semana mientras conduzco, pues creo que si me para la Guardia Civil y me hacen un control de carretera mínimamente estupefaciente voy a terminar en la cárcel. Yo no me meto de nada, como bien sabe toda la gente que apenas me conoce. Pero algo tiene mi organismo que me envenena de alucinaciones y me endroga. Y es que veo delitos por todas partes, además de los consuetudinarios elefantes rosas. Cuando cierro los ojos y cuando los abro. Veo delitos. Grandes delitos por todas partes. Me acosan. Me persiguen. Me arañan.

-Tranquilícese, Malvar. ¿Necesita otro sedante?

-No te pases, eminencia. Que yo no he solicitado la atención de ningún loquero.

-Pero ahora estás aquí, Malvar. Y nunca saldrás de aquí sin un informe positivo de tu psiquiatra. Así que tienes que hablar conmigo, ¿no?

-Vale.

-Así que ves delitos. En tus delirios. ¿Delitos abstractos o figurativos, jijijí? ¿Rosas, azules, amarillos o verdes? ¿Vuelan o permanecen quietos delante de ti?

-¿Me está tomando el pelo? Es cierto. Veo delitos.

-¿No es una excusa para querer salirte del sistema, listillo?

-No, doctor. Le juro que no es una excusa. Yo no quiero salirme del sistema. Quiero quedarme aquí. ¡Pero veo delitos!

-Vale, vale, tranquilo... Tranquilo... Respira despacio... Así... Así... Tranquilo. ¿Estás mejor? Bueno. Sigamos... ¿Y dónde dices que ves delitos?

-En todas partes, doctor. Le juro que los veo por todas partes. Es una locura.

-Por eso estás aquí. Y por eso estoy yo aquí, contigo. Ves delitos... Por todas partes... ¿Cual es el último delito que crees que viste? Cuéntamelo. No te dé vergüenza.

-Vi a la Comisión Nacional del Mercado de Valores! ¡Desnuda!

-¿Desnuda?

-Sí, señor doctor. La CNMV desnuda.

-No.

-Sí.

-Voto a Bríos que no es posible.

-Pues yo voto al mismo que usted ha dicho, señor doctor. Pero sáqueme de aquí. Por favor.

-Cálmese. Aun quedan un par de puntos por aclarar... Dice usted que ve a la CNMV desnuda... ¿Y dónde sufre esas alucinaciones con la CNMV? ¿En el cuarto de baño? ¿En su dormitorio...?

-En los periódicos. Veo a la CNMV desnuda, cometiendo un delito, en los periódicos.

-¡Ah, los periódicos! ¡Los libros de caballería de los nuevos locos! A veces dudo de si estás loco o eres ligeramente inteligente, Malvar.

-Estoy loco, doctor, se lo juro. Nunca se me ocurriría ser ligeramente inteligente.

-Entonces quizá sobrevivas. El inteligente es el que debate con los locos hasta que los locos se dan cuenta de que no llevan razón y lo asesinan.

-Yo no lo hubiera dicho peor, señor doctor.

-Gracias.

-¿Me puedo ir?

-Nooo. Quedan un par de detalles que aclarar. Ves delitos... ¿Qué delito sueñas que cometió la CNMV cuando estaba desnuda?

-Sueño que encubría a los bancos bajo su desnudez.

[Esta semana se conoció que la CNMV fue informada por las propias entidades bancarias españolas, en 2011, de que el timo de las preferentes seguía siendo práctica generalizada: los propios bancos reconocían al regulador que continuaban vendiendo estos productos a precios muy por encima de su valor real. La CNMV, por supuesto, no hizo nada al respecto].

-Eso no es un delito, Malvar. Eso son designios inescrutables, como los del Señor.

-Ah, bueno. ¿Entonces la CNMV es una y trina?

-Vas comprendiendo... Quizás algún día recuperes la fe.

-¿La fe en quién?

-¡Enfermeros! ¡Enfermeros! ¡Llévense a este desequilibrado de aquí!

Y así transcurría un día tras otro tras las rejas de esa clínica disparatada que hemos dado en bautizar como democracia. Donde nunca nadie se atrevió a volar sobre el nido del cuco.

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