Diario de un altermundista

El suculento negocio de las pensiones

Aunque creo que ha sido una suerte que en esta grave crisis económica esté en el gobierno central el partido socialista y no el popular, porque quién sabe qué medidas hubiera tomado un hipotético gobierno de Rajoy, hay algunos aspectos en los que los socialistas están perdiendo el Norte. Dos de ellos son los que suponen la pérdida de avances en la protección social de las clases más desfavorecidas (paradójicamente mayoritarias en cuanto a población). Los derechos laborales han sido conseguidos tras larguísimas y duras luchas de nuestros padres, abuelos e incluso bisabuelos. La pérdida de estos derechos se hará en una fugaz reunión del Consejo de Ministros que no durará más que unas horas. Después veremos si seremos capaces de recuperarlos, una vez que los insaciables poderosos de toda la vida, ahora llamados "los mercados", han visto lo ocurrido en la historia de luchas sociales y, muy probablemente, aprendan de sus errores y no permitan así como así muchos avances de la clase trabajadora.

Por otra parte, no me creo que en 30 años no habrá dinero para pagar las pensiones con el sistema actual. Es cierto que habrá más pensionistas, pero también habrá más trabajadores, no en vano la población española ha aumentado en cinco millones en los últimos años y debemos tener en cuenta que hay un 20% de paro, otros 4 millones que algún día tendrán que trabajar, a quienes deberemos sumar los millones de jóvenes que se incorporarán al mercado laboral cada año de los 30 que quedan para que el sistema sea inviable. En fin, que esto de que las pensiones ya no se podrán mantener y de que hay que aumentar todavía más los años cotizados para tener derecho a una pensión, o de que se calculen hasta tus salarios de estudiante en prácticas para calcular lo que cobrarás a los 67 o más años en que nos dejen jubilarnos, suena más a "cómo hacer que la gente contrate más planes de pensiones" y los de siempre naden por siempre en dinero sin mover un solo dedo.

Las soluciones al pensionazo que se avecina son muchas y además no tienen porqué suponer un retroceso en los derechos adquiridos por la clase trabajadora. ¿Por qué no aumentar las cotizaciones sociales de las empresas con mayores beneficios y de los empleados con mayores salarios y construir de este modo un sostenible sistema de pensiones público, que no dependa de la avaricia de financieros que se puedan jugar en la Bolsa el dinero de nuestros fondos de pensiones? ¿Y qué decir de aumentar la presión fiscal a las rentas del capital y a las transacciones financieras, de perseguir el fraude fiscal, de aumentar los impuestos a los ricos, de no gastarse el dinero de los contribuyentes en armas y en guerras, y de tantas medidas que tildan de demagógicas? Y cuanto más larga sea la agonía, más publicidad para que los Bancos y las Cajas -que algún día serán de estos bancos, como nuestras pensiones- vendan más y más planes de pensiones a los atemorizados trabajadores.

Dentro de 30 años habrá dinero para lo que se quiera, tan solo es y será una cuestión de prioridades. A día de hoy, la reforma de las pensiones, al igual que la reforma laboral, son resultado del oportunismo de los Tios Gilito de este país (y de fuera) para colmar su infinita avaricia y hacer negocio también con nuestra jubilación. Y no se olviden de que les siguen la sanidad y la educación... aunque a éstas quizá se las dejen para la próxima crisis.

Más Noticias