Diario de un altermundista

Laboratorio antisistema

Los movimientos sociales van a Dakar, al décimo Foro Social Mundial, con la moral baja, pero con la responsabilidad más alta de su breve historia. La segunda ofensiva de los mercaderes pretende no solo globalizar el modelo capitalista occidental por todo el mundo, sino que ahora lo que quiere es acabar con el Estado del bienestar europeo, el último obstáculo. Tal y como cayó el muro de Berlín y se desintegró el bloque comunista y se difuminó la alternativa que suponía, ahora caerá el Estado del bienestar despejando el terreno definitivamente para que el capitalismo se convierta en un incuestionable modo de vida, en el que veremos cada vez con más claridad la cara de sus actuales y futuros amos y señores. En el capitalismo con el que sueñan, los mercaderes conjugarán su poder empresarial y financiero con el político, quizá como ahora, para qué engañarnos, pero con la diferencia de que lo harán orgullosos, dando la cara. La sociedad civil de todo el mundo que se va a encontrar en Dakar debe aprovechar como nunca los días del Foro para articular estrategias y acciones que muestren la realidad a la que nos puede abocar esta crisis.
El FSM está en crisis desde que no fue capaz de hacer que la sociedad civil pudiera prever la crisis, enfrentarse a sus promotores y aprovechados, o de proponer alternativas creíbles y suficientemente visibles. Pero esto es más responsabilidad de sus actores, que quizá no hemos sabido ver la que se nos venía encima, que de un espacio que por sus características y filosofía es idóneo para reforzar a los movimientos sociales. A Dakar debemos ir este año con el trabajo hecho. Ya sabemos que el capitalismo es parte del problema, a esa conclusión se llegó mayoritariamente en el anterior FSM en Belém. Debemos volver de Dakar con acciones y protestas mundiales en la agenda, con campañas con nuevas alianzas, con nuevos contactos y con energías renovadas para resistir ante esta nueva ofensiva capitalista. Pero para ello hay que hacer los deberes antes de ir y no dedicarnos a pasear de puesto en puesto, como si de una feria de revolucionarios se tratara. El Foro debe ser un laboratorio antisistema, donde nos inventemos alternativas al sistema hegemónico actual y desde donde seamos capaces de comunicarlas a la opinión pública. Los dos días completos de asambleas programados ayudarán a ello.

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