Diario de un altermundista

Dakar, el punto de inflexión del FSM

Una vez finalizado el Foro en Dakar, es hora de hacer balance y cambios. Los comunicados excesivamente triunfalistas del Comité Organizador ocultan que éste ha sido el evento más caótico de los hasta ahora celebrados. Las razones de la falta de aulas y de un programa disponible puede que sean de peso, pero no quitan que el Foro de este año se haya desarrollado a medio gas por problemas organizativos. No cabe duda de que de haber tenido un mayor presupuesto y más apoyo de las instituciones locales, como ocurre en los Foros de Brasil, el resultado organizativo hubiera sido diferente. Sin embargo, no parece que la percepción de la mayoría de participantes sea de decepción o fracaso, ya que cada cual aprovecha el Foro según su capacidad de autoorganización.  De hecho, los objetivos de aprendizaje, articulación, establecimiento de contactos y coordinación de estrategias, han sido en gran medida cubiertos a pesar de las carencias organizativas. Hay quien afirma que éste ha sido a la fuerza el Foro más autogestionado y creativo de los habidos.
Pero, yendo más allá de los aspectos prácticos, si algo es destacable es que el Foro ha afrontado durante estos días su propia crisis. El Foro ha alcanzado algo parecido a una mayoría de edad y como adulto debe elegir su propio camino. Son las personas, movimientos y organizaciones que lo conforman quienes deben elegir, sin exclusiones, respetando la diversidad y por consenso, cuáles deben ser sus transformaciones, para hacer frente a su crisis de identidad y encontrar una fórmula válida para la potenciación de las movilizaciones sociales y la transformación sistémica de los próximos años. En mi opinión, la cuestión radica en elegir cual será el corazón del Foro. Ahora lo son las actividades autogestionadas y quizá el aspecto de feria de entidades. El contexto político actual, en el que encontramos elementos de optimismo como las revueltas del mundo árabe, pero también de gran preocupación, como la nueva ofensiva neoliberal de los mercados contra el estado del bienestar, obliga a que el grueso del Foro del futuro sea la movilización y coordinación de acciones de protesta y la creación de propuestas alternativas al modelo capitalista, a su vertiente neoliberal y a su proceso globalizador.
Es momento también de encontrar, sin abandonar el marco de la Carta de Principios del FSM, maneras de hacer que los partidos políticos y los gobiernos estén más presentes, pero en un espacio que debe ser claramente de la sociedad civil. Al Foro deben venir los gobiernos y partidos a escuchar y tomar nota, no a cooptarlo o instrumentalizarlo. La próxima edición deberá incorporar suficientes innovaciones como para que todavía sigamos creyendo que vale la pena hacer el esfuerzo de asistir a los Foros, pero debe mantener todos los elementos positivos de la fórmula desarrollada hasta ahora. El Foro del futuro no debe dejar de tener sus espacios festivos, ni tampoco la posibilidad de libre expresión cultural o política que las actividades autogestionadas ofrecen, pero quizá éstos deban pasar durante un tiempo a un segundo plano, en beneficio de la creación de espacios capaces de dar respuestas de la sociedad civil de mayor calado político a los retos de los próximos años.

Más Noticias