Buzón de Voz

Medio enigma resuelto

La sorpresa que guardaba Zapatero hasta el último momento era precisamente la "no sorpresa". Ha mantenido la decisión de anunciar hoy, 2 de abril, (en uno de sus mejores discursos) que no repetirá como candidato en 2012. Así lo desvelaron Público y El Mundo hace dos semanas y han sido erróneos los vaticinios de quienes en los últimos días llegamos a pensar que aplazaría el anuncio con el argumento de garantizar la estabilidad política y económica que le reclamaron algunos banqueros y empresarios. Pero sobre todo que retrasaría su decisión para suavizar las fuertes tensiones internas que la incertidumbre había desatado. Ha explicMedio enigma resueltoado que siempre tuvo claro que dos legislaturas eran suficientes.

Zapatero parece haber concluido que lo importante para la estabilidad política y económica del país es la presidencia del Gobierno, y no la identidad de su sucesor o sucesora. Cree que anunciar ahora su retirada de la batalla partidaria es coherente con su promesa de dedicar todos los esfuerzos a las medidas para salir de la crisis. En este sentido, da por cumplido su compromiso de hacer "lo mejor para España". Obviamente, lo mejor desde su punto de vista, que desde mayo pasado consiste en abordar "todas las reformas necesarias". Desde hoy, liberado ya del yugo de la pelea interna y los cómputos electorales, quién sabe las medidas que Zapatero será capaz de asumir con tal de quedar en la historia como el hombre que renunció a buena parte de su ideario progresista a cambio de "salvar a España de la ruina". Inquietante.

Calendario

El elemento más trascendente del anuncio de hoy es sin duda de calendario. Por mucho que se niegue, entre los dirigentes socialistas había quienes habían intentado forzar una solución rápida a la sucesión, por la vía de abrir de inmediato un proceso de primarias que se resolviera antes del 22M. Lo cual equivalía en la práctica a ponerle una alfombra roja a Alfredo Pérez Rubalcaba, puesto que cualquier otro aspirante (Carme Chacón, por ejemplo) tendría muy difícil conseguir los avales necesarios en las federaciones territoriales inmersas en la campaña electoral de las autonómicas y municipales. Se trataba de una fórmula que respetaba teóricamente el procedimiento pero forzaba su resultado.

Al anunciar que la fecha de las primarias será decidida por el comité federal que se convoque el 28 de mayo, tras las elecciones del 22M, Zapatero se erige en una especie de garante de la "limpieza" absoluta del proceso. Hasta el final de legislatura, Zapatero no solo es presidente del Gobierno, sino secretario general del PSOE. Una vez que se conozcan los resultados de mayo, hay margen de tiempo suficiente para que las primarias ejerzan su papel como revulsivo capaz de ilusionar a militantes y quizás a parte de ese electorado desmovilizado y hasta defraudado por la gestión de Zapatero. Son ventajas de una fórmula democrática que no tiene el "dedazo" que otros practican.

En cuanto al mensaje final de Zapatero ("el Gobierno a gobernar y el partido a trabajar"), su puesta en práctica será más difícil, sobre todo en la segunda parte del enunciado. Los barones y dirigentes partidarios del anuncio inmediato sostenían (sin mayor fundamento) que así se conseguiría "sacar" el debate sucesorio de la campaña del 22M. Aun en el caso de que el partido se una ahora como una piña, el PP y sus baterías mediáticas exigirán todos los días elecciones anticipadas y alimentarán la incertidumbre sobre el liderazgo socialista. Otra cuestión es si Rajoy puede sostener indefinidamente ese "racarraca" o se le volverá en contra antes incluso de lo que imagina.

La mitad del enigma ha quedado resuelto. La otra mitad, pendiente para septiembre.

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