En la caravana del PP

José Manuel Soria, el lenguaraz

El paso por Canarias fue chistoso. Dentro de la gravedad del discurso que manejó Rajoy, al hablar sobre inmigración y violencia de género, la corte conservadora estuvo sembrada en ocurrencias. El que más, José Manuel Soria. El presidente del PP canario se levantó ese día engalanado de sorna y cachondeo. Vestía un traje más propio de un cómico al que le sueltan en medio del Club de la Comedia que del de un común político mitinero.

Soria estaba espírico. Tanto que sus críticas hacia Zapatero le llevaron a meter la pata. El dirigente conservador censuró que el presidente del Gobierno cancelará dos actos para prepararse a fondo el debate. "Pero no lo hace por irse a la playa sino porque, dicen, que tiene que estudiar. Pero lo que no aprende en cuatro años no lo va a aprender en cuatro días", señaló. Frente a él se sentaba Rajoy quien ha terminado haciendo lo mismo. El líder del PP también ha hecho un reajuste en su agenda para sacar tiempo de donde no hay.

Pero, en cualquier caso, no iba a ser el único comentario de Soria. Él ya estaba lanzado y su auditorio entregado. Por eso, recordó, que Zapatero había decidido enviar a dichas intervenciones a sus ministros. A todos, menos a uno. El vicepresidente canario enfiló todos sus ataques contra el titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. Soria dijo que éste no podía asistir a ningún encuentro porque andaba por ahí "brocha en mano" porque no le llegó el presupuesto para "la reforma de su pisito".

Y para rematar la faena, recordó el debate en el que, a su juicio, Rajoy le dijo "tantas verdades a Zapatero" que le puso su tan famosa ceja al otro lado de la cabeza. Su compañera de filas, Carmen Guerra, no quiso perder protagonismo y cuando le llegó el turno se encargó de darle la puntilla soltando que ZP significa "Zapatero pierde".

Pero la cabeza de lista por el Congreso no logró recabar tantos vítores de entusiasmo como José Manuel Soria. Ya fuera de mitin siguió en racha y dijo que Zapatero debería sentir "rubor" al hablar de que hay más seguridad en España cuando en Canarias, en los últimos cuatro años, "han desaparecido y han sido violados niños de los cuales aún no se sabe nada".

El portavoz socialista de Interior, Antonio Hernando, salió en tromba a denunciar sus palabras. "Es indignante que el señor Soria utilice este tipo de argumentos, en política no todo vale. Cuando un político utiliza a niños violados o desaparecidos para apoyar su proyecto, o es que no tiene proyecto o está muy desesperado. Aunque tampoco debería extrañarnos: el señor Rajoy, el otro día, en el debate de Zapatero, utilizó a las víctimas en el último minuto. El PP debería reflexionar sobre el uso del dolor en campaña, y Rajoy debería desautorizar de forma inmediata y tajante al señor Soria".

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