ORÍGENES // JOSÉ MARÍA BERMÚDEZ DE CASTRO

* Director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, en Burgos

La recuperación del nombre Homo heidelbergensis en la década de 1980 jugó un papel crucial en la nueva geometría de la filogenia humana. Neandertales y humanos de anatomía moderna eran ciertamente especies diferentes, pero su proximidad anatómica sugería que debieron compartir un antecesor común. Un grupo de paleoantropólogos influyentes, como Chris Stringer y Philip Rightmire, sacaron del cajón a la especie nombrada por Schoettensack en 1908, le quitaron el polvo y la pusieron de nuevo en escena. Para darle más caché a la especie elegida, juntaron los fósiles europeos, africanos y asiáticos de una antigüedad similar (entre 600.000 y 200.000 años), que tenían indudables similitudes, y Homo heidelbergensis pasó a tener un gran protagonismo en nuestra filogenia, como ancestro común de neandertales y sapiens. Pero los datos que se obtenían del yacimiento de la Sima de los Huesos de Atapuerca apuntaban en otra dirección.

Los fósiles de Homo heidelbergensis de este yacimiento se empezaron a contar primero por centenares y luego por millares. Los fósiles de la Sima de los Huesos tienen muchos rasgos primitivos, como corresponde a unos homínidos de más de medio millón de años de antigüedad, pero también presentan un buen número de caracteres propios de los neandertales. La información es abrumadora. Los homínidos de este yacimiento son antecesores directos de los neandertales y sólo de ellos. En otras palabras, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis son, en términos paleontológicos, dos crono-especies sin discontinuidad evolutiva que forman un linaje exclusivamente europeo. Un trabajo de un equipo argentino, publicado la semana pasada en la revista Nature, ha confirmado esta conclusión mediante un nuevo método de estudio de la anatomía craneal.

La especie antecesora común de este linaje europeo y de Homo sapiens tiene que ser más antigua y se debe buscar en otro lugar. En 1997, el Equipo Investigador de Atapuerca propuso que la especie Homo antecessor, nombrada a partir de los fósiles encontrados en el yacimiento de la Gran Dolina, apenas a un kilómetro de distancia de la Sima de los Huesos, podía ser una buena candidata para ser el origen tanto de los neandertales como de nuestra especie. Sin embargo, los últimos hallazgos en la Sima del Elefante sugieren que Homo antecessor pudo ser también una especie exclusivamente europea, formada en este continente hace más de un millón de años. En próximas columnas dejaremos a un lado cuestiones como el origen y el posible destino de Homo antecessor o el origen de nuestra especie, para centrarnos en las maravillosas lecciones que hemos aprendido durante más de 30 años en el estudio del yacimiento de la Sima de los Huesos.