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Ahorrar con la oficina en casa

VIDA 3.0 // JUAN VARELA

*  Director del blog Periodistas21.com

Levantarse, desayuno y al coche para ir a trabajar. Es la rutina diaria de millones de españoles. Y con ella el cabreo del atasco y el precio del carburante, los gastos del coche... Cuando la gasolina se pone por las nubes (un 13% más cara este año) y los atascos son el problema de todos los días, sorprende que en la era de la sociedad de la información sólo el 2% de los empleados puedan acogerse al teletrabajo, la posibilidad de realizar parte de su actividad laboral fuera de las instalaciones de la empresa gracias a las herramientas tecnológicas.

Tener a los empleados en la oficina es todavía una tranquilidad para muchas empresas, reacias a cambiar la organización del trabajo. Y también una muestra de poder para algunos jefes, sacerdotes máximos del culto a calentar la silla, por mucho que la productividad no resida en la poltrona ni en la máquina de café.

La tecnología y las fórmulas de organización flexibles y orientadas a la generación de información, comunicación y conocimiento en red son una respuesta. Pero en España sólo el 11% de las empresas ofrecen la posibilidad del teletrabajo, muy por debajo del 50% de Dinamarca o Islandia, y el 35% de Gran Bretaña o Bélgica. Según Eurostat, estamos muy lejos de la media del 23% de teletrabajo de la Europa de los 15.

Tiempo personal, costes, ahorro de energía, conciliación laboral y mayor integración cívica son los principales beneficios del teletrabajo, según los expertos. Los estadounidenses han respondido al aumento de precios de los carburantes reduciendo sus desplazamientos en coche, 17.000 millones de kilómetros menos recorridos este año, la mayor reducción desde 1942, y han aumentado las fórmulas de teletrabajo a través de la conexión a Internet de banda ancha o concentrando la jornada laboral en cuatro días a la semana. El 18% de los empleados teletrabaja en Estados Unidos y un 37% estaría incluso dispuesto a rebajar algo su salario a cambio de no ir a la oficina.

Para rebajar el coste energético, personal, social y ecológico del trabajo es necesario adoptar la virtualización de muchos procesos y emplear tecnología de uso común gracias a la banda ancha y a los móviles con conexión a Internet, desde el correo electrónico a la videoconferencia pasando por las intranets, la facturación on-line y el uso de documentos de trabajo colaborativo (de listas de correo a wikis).

Con sólo un 12,3% de empleados con conexión remota a sus empresas es difícil que el teletrabajo se convierta en una opción, a pesar de que el 73% de las pymes emplean ordenadores portátiles, un 37% PDA y un 34% usan Blackberry, según datos de Telefónica de 2007. Pero en muchos casos los equipos tecnológicos de las empresas siguen siendo más un símbolo de estatus que una herramienta de eficiencia y productividad.

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