Migrantour, un paseo para reivindicar la diversidad de las ciudades

Migrantour, un paseo para reivindicar la diversidad de las ciudades

Laura Sanz-Cruzado @laura__ese

Hay dos lugares del barrio barcelonés de El Raval donde Karina Montes no puede evitar detenerse. Uno es el gato del escultor colombiano Fernando Botero, una impresionante escultura de bronce de siete metros de largo y dos de alto que deambuló quince años por Barcelona hasta su ubicación definitiva en El Raval en 2003. El otro, la iglesia de Sant Agustí Nou, un espacio especialmente querido por los vecinos al que popularmente se conoce como la catedral de los pobres. Uno y otro hacen recordar a Karina las dificultades que pasó al llegar a España desde su Colombia natal hace cinco años. Como el gato de Botero, ella también deambuló por varios lados hasta que en 2021 encontró su sitio en El Raval. Ya allí, Sant Agustí Nou se convirtió en un refugio al que acudir cuando necesitaba esperanza e ideas para salir adelante.

Ambos lugares representan tanto para ella que no dudó en incluirlos en el tour por El Raval que desde hace casi un año realiza para Migrantour, una iniciativa europea de turismo social y solidario que busca hacer reflexionar sobre el papel de las migraciones en la transformación de las sociedades europeas. Y lo hace mediante paseos urbanos interculturales diseñados y dirigidos por personas migrantes como Karina y pensados para estudiantes y vecinos más que para turistas. No se trata de rutas al uso donde un guía oficial no para de dar datos y fechas. Se trata de dejar que las y los migrantes sean quienes cuenten su historia y den otra visión de las migraciones y las ciudades. Una treintena de urbes europeas, entre ellas Barcelona, Bilbao y Valencia, se han unido ya al proyecto, que en 2023 cumple trece años.

"Todos los migrantes tenemos una historia que contar y esto es una oportunidad para hacerlo, para visibilizar nuestras vivencias y problemas, resaltar el valor de la migración, romper estigmas y hablar de lo bueno de cada país, ciudad y barrio", señala Karina, que en su recorrido habla de su vida, de las migraciones, de la trata con fines sexuales de mujeres y niñas, de Colombia y también de la guerrilla, a causa de la cual se vio obligada a migrar desde niña. "Con sensibilizar a una o dos personas me voy contenta", afirma.

Desmontando prejuicios

En Migrantour se entrelazan las historias de las ciudades y los propios migrantes. Todo para "fomentar nuevas narrativas sobre la migración, ayudar a deconstruir la imagen de barrios como El Raval y luchar contra los discursos de odio y xenofobia", explica Alberto Tarragó Durán, coordinador del proyecto en Barcelona. "Queremos enseñar que la humanidad tiene ADN migrante, que Barcelona es una sociedad diversa y que existe otro modelo de ciudad en el que las personas migrantes son protagonistas", defiende.

Tarragó entró en contacto con la iniciativa cuando hizo prácticas en Migrantour Lisboa, otra de las urbes en las que el proyecto está en marcha. Se enamoró de él y a su vuelta decidió traerlo a la Ciudad Condal, donde arrancó en 2021 de la mano de la cooperativa sin ánimo de lucro Nexes Interculturals. La zona elegida para los tours fue El Raval, un céntrico barrio junto al puerto y La Rambla que destaca por tener un 56 % de población migrante de 128 nacionalidades distintas y que en las últimas décadas ha sido "profundamente estigmatizado y reducido a lugar de prostitución, delincuencia y venta de droga", lamenta. Demostrar que El Raval es mucho más que "narco pisos", prostitución o personas sin hogar es otro de los objetivos de Migrantour.

"El Raval es un barrio resiliente, popular y luchador con un tejido asociativo muy fuerte, un gran espíritu comunitario y una capacidad increíble para dar la vuelta a problemas tan graves como la gentrificación, la pobreza y el paro", asegura Tarragó. Muchos de los puntos por los que transcurre el itinerario de Migrantour Barcelona dan fe de ello. Es el caso de la tienda del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, el Ágora Juan Andrés Benítez, el Ateneu del Raval o la librería La Panafricana.

Migrantour, un paseo para reivindicar la diversidad de las ciudades

Un tour, una experiencia

El itinerario de Migrantour Barcelona comienza en la Rambla de Santa Mónica, frente al monumento a Colón. Desde allí, cada uno de sus ocho acompañantes interculturales —como les gusta llamarse para distinguirse de los guías turísticos tradicionales— recorren durante unas dos horas algunos de los sitios más significativos del barrio. Harán media docena de paradas fijas comunes para todos y otras que dependerán de cada acompañante, lo que hace que cada paseo sea único y profundamente personal.

Algunos eligen lugares con un significado especial para ellos. Otros, espacios que les sirven para reflexionar sobre asuntos que les tocan de cerca. Los temas son diversos y se adaptan a las vivencias de cada acompañante. Mali, de México, habla de colonialismo; Emi, de Argentina, de derechos humanos y transformación social; Y Andreea, de Rumanía, se enfoca en la conexión del arte y la diversidad intercultural. "Buscamos que cada Migrantour sea una experiencia distinta", indica Tarragó.

En Barcelona se han hecho ya una treintena de rutas por El Raval y se trabaja en dos nuevas por el Poble-sec y El Besòs i el Maresme, dos barrios barceloneses igualmente multiculturales. Recientemente se ha formado además a una nueva generación de acompañantes. No es hora de parar. Tarragó siente que están poniendo "una semilla de cambio y conciencia".

Nota para las lectoras: la librería La Panafricana se vio obligada a cerrar en julio de 2022 y actualmente está buscando soluciones para reabrir.