Posibilidad de un nido

Un hombre se cobra una deuda arrancando los dientes a la víctima

Un hombre se cobra una deuda arrancando los dientes a la víctima
Una persona sostiene una pancarta en una manifestación convocada por la Asamblea Feminista contra la violencia machista, a 25 de noviembre de 2021, en Murcia. Edu Botella / Europa Press

El Tribunal Constitucional (TC) ha inadmitido el recurso contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca que no consideraba delito arrancar dientes como forma de abonar una deuda económica. El TC no valora si arrancar dientes como medio de pago es ilegal o no, ya que no entra en el fondo del asunto al entender que el recurso presentado contra la resolución de la Audiencia de Palma no se ajusta a lo estipulado por el artículo 49.1 de la Ley Orgánica del propio TC, que obliga a justificar la "especial trascendencia constitucional" para que un recurso sea admitido. De este modo, se mantiene vigente la resolución de ésta que no consideró delito saldar una deuda monetaria entre adultos mediante la extracción de dientes.

La Sección Segunda de la Audiencia de Palma, presidida por Diego Gómez-Reino, dictó que pagar una deuda contraída de forma voluntaria arrancando dientes o "convertirse en el mutilado" del acreedor mientras se liquidaba el préstamo no es constitutivo de delito y por eso desestimó el recurso de apelación interpuesto por la víctima. Asimismo, tal y como informa Última Hora, descartó que hubiera un delito continuado de coacciones, pese a la petición del ministerio fiscal y del juez instructor.

Los hechos se remontan a septiembre de 2019 cuando un hombre mallorquín de 38 años, que en ese momento tenía serios problemas económicos, le pidió dinero prestado al hermano de su expareja, de 58 años. El varón, residente al igual que él en un pueblo de la comarca del Pla de Mallorca, le ingresó 15.000 euros que, según el agredido, se irían devolviendo poco a poco cuando se pudiera. A los pocos días, según la denuncia, el hombre le dijo que como le había hecho ese favor con el dinero, debía permitir que le arrancara dos o tres piezas a la semana. Ambos se vieron en cinco ocasiones para, después de charlar un rato, proceder a arrancarle las piezas en el coche del denunciado.

La víctima se sintió amenazada


La víctima reconoció sentirse amenazada por su excuñado, con quien hasta ese momento mantenía una excelente relación. La denuncia refleja varias frases intimidatorias como "mientras dure la deuda conmigo te iré arrancando dientes" o "yo soy muy radical. Yo tanto puedo ser agresivo como vengativo. ¿Eres consciente de lo que te acabo de decir? No tengo muchas piedades el día que me pongo en plan de combate. No lo debes poner en duda". Asimismo, según el denunciante, aseguró que el denunciado le propuso ir "más allá de las extracciones" y retorcerle un testículo.

Un tiempo después, el agredido se lo contó a su madre y un amigo y el denunciado, al enterarse, aumentó el número de llamadas y mensajes de acoso, tal y como consta en la denuncia presentada ante la Policía Nacional. El 3 de enero de 2020, el denunciante recibió una carta certificada remitida por su excuñado con tres hojas manuscritas vejándole y advirtiéndole de que debía cumplir o le denunciaría.

Los abogados del agredido reclamaron la incoación de un delito de lesiones, mientras que el juez instructor lo dejaba en coacciones graves y la Fiscalía entendía que eran leves. Sin embargo, la Audiencia de Palma desestimó el caso porque entendía que había consentimiento libre, lo que impulsó al denunciante a presentar un recurso de inconstitucionalidad.


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La noticia que acaba usted de leer no es cierta. Está tomada de una nota publicada por la periodista Mayte Amorós en el diario ABC titulada 'El Constitucional no rectifica la sentencia que ve legal pagar una deuda con sexo oral'.

Donde pone "extracción de dientes" o "arrancarle dientes" en realidad debería poner "realizar una felación". La víctima es una mujer, no un hombre. Ella denunció que el agresor la obligaba a practicarle felaciones periódicas, dos o tres a la semana, con amenazas violentas en caso de no hacerlo, como forma de saldar una deuda de 15.000 euros.


Las palabras en negrita son lo único que he cambiado del artículo.

Seguramente, el hecho de que un tipo se cobrara una deuda arrancándole a otro tres dientes a la semana habría sido considerado una atrocidad y difícilmente quedaría en asuntos "leves" o que no despiertan mayor atención. No así la agresión sexual, violación reiterada, que supone obligar a una mujer a practicar tres felaciones a la semana bajo amenazas violentas.

En ningún caso se contemplaría la posibilidad de que el agredido se prestara a que el agresor le fuera arrancando los dientes. Sí, en cambio, que la mujer accedió voluntariamente a las felaciones. Tampoco se pondría en duda la versión del hombre agredido al denunciar los hechos.

Arrancar los dientes a una víctima resulta un hecho espantoso a ojos de la sociedad. Obligar a una felación, violar a una mujer, no causa espanto alguno.

Toda sociedad tiene la violencia que tolera.

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