Posos de anarquía

La UE va a pique por nombramientos como el de Guindos

El inminente nombramiento de Luis de Guindos al frente de la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) nos ha dado una prueba más de por qué la Unión Europea (UE) se va a pique. No existe ningún sentimiento de unidad, de comunidad entre los diferentes Estado miembro, sino que se encuentran luchas de poder, intereses cruzados, que dejan a los diferentes pueblos europeos desvalidos, absolutamente desamparados como conejos a merced de los halcones.

Tal y como nos cuenta Beatriz Ríos desde Bruselas, España habrá de pagar peaje para que Guindos consiga su retiro dorado, recompensa por los servicios prestados. ¿De qué otro modo podría haberlo conseguido si la Eurocámara lo veía como un candidato de segunda? Entre otras cosas, será obligatorio apoyar incondicionalmente al candidato alemán, el actual jefe del Bundesbank, Jens Weidmann, para la presidencia  del BCE, desplazando al italiano Mario Draghi.

El movimiento ya no es que no interese a la UE en general, entendiendo a ésta no como un club de países en abstracto, sino como el conjunto de pueblos que siguen a merced del golpe de Estado neoliberal encabezado por Alemania, es que ni siquiera beneficiará a España. Weidmann representa todas las políticas que los Gobiernos de Zapatero y Rajoy han aplicado sin rechistar en nuestro país, torpedeando la línea de flotación de nuestra democracia al alterar con nocturnidad y alevosía la Constitución para beneficiar a los bancos sobre las personas.

Todo vale para conseguir el retiro dorado a Guindos. ¿No se han preguntado qué hay detrás de la retirada del candidato irlandés, Philip Lane? Su candidatura pasó por encima de la de Guindos, por su amplia experiencia al frente de un banco central, académico e independiente. Dicen los analistas de Bruselas que la propia Irlanda sabía que, a pesar de ser el mejor sucesor de Draghi desde el punto de vista competente, Lane no tenía posibilidad de superar la lucha de poder de los cuatro amiguetes que mueven en realidad Europa. En el mejor de los casos, se hará con un puesto en el Consejo Ejecutivo del BCE.

Guindos lo sabía, por eso nunca se le percibió preocupado aun cuando la Eurocámara poco menos que lo humilló. Se sabía ganador, ya saben, aquello de "se cuenta con apoyos, pero no se cuentan los apoyos" o, dicho de otro modo, "no destapamos el juego de trileros que nos traemos entre manos en Europa". Y así ha sido. El que lideró Lehman Brothers en la gestación de la crisis para, después, regalar a los bancos españoles más de 60.000 millones de euros de dinero público mientras l@s español@s buscaban comida en los contenedores de basura, ya tiene su retiro dorado.

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