La candidata a la alcaldía madrileña Begoña Villacís (Ciudadanos) demostró ayer, una vez más, cuán alejada de la realidad se encuentra. Sus reflexiones sobre el mercado del alquiler para arremeter contra la medida adoptada por el Ayuntamiento de Madrid para regular las viviendas turísticas demuestra que únicamente es capaz de enfocar la vida con la mirada empresarial de quienes sostienen a su partido.
El nuevo Plan Especial de Hospedaje (PEH) del Ayuntamiento se ha marcado el objetivo de poner orden en la habitabildad de la capital. Contar con un acceso independiente u obtener licencia de hospedaje si operan más de 90 días al año son algunos de los requerimientos exigidos. Aquí lo he expuesto en alguna ocasión, que la medida de los 90 días es buena para sacudirse la codicia que tanto parece agradar a Villacís: En lugares como San Francisco, alquilar con Airbnb sólo es posible si se trata de tu vivienda habitual y el espacio con el que se comercia funciona como si lo habitara un/a compañer@ de piso más; únicamente 90 días al año se puede alquilar la vivienda en su totalidad.
Villacís ha intentado desligar la escala del precio del alquiler de la explosión de las viviendas de alquiler. Según ella, "durante el gobierno de Carmena, el precio del alquiler en Madrid ha subido un 34,9%". La candidata de Cs asegura que "los distritos donde más ha subido el precio son Latina (36,4%), Carabanchel (35,7%) y Puente de Vallecas (35,5%)", que son "distritos que prácticamente no ofrecen viviendas turísticas".
¿Tanto le cuesta entender a Villacís que, como consencuencia de que el centro de Madrid se ha convertido en un parque temático, las personas se ven obligadas a buscar viviendas en distritos más alejados? Al producirse esta auténtica avalancha, la demanda de apartamentos se dispara y l@s propietari@s, movid@s por la avaricia, ponen precios abusivos. Esa es la realidad que Villacís ignora, aunque es de una lógica tan aplastante que cualquier estudiante de Primaria alcanza a entender.
¿Por qué a ella le cuesta? Porque vive alejada de esa realidad, porque ni sabe ni tiene cerca lo que es buscar alquiler, ver auténticos zulos a precios de áticos y terminar compartiendo habitación por el mismo precio que antes se alquilaba una vivienda de dos habitaciones. Eso sucede en Madrid, Barcelona, Málaga... Esa realidad se le escapa entre los dedos a Villacís.
Ella está más familiarizada con la ingeniería fiscal, con esa que le llevó a crear una sociedad pantalla de dos millones de euros con la que se defraudó a la Agencia Tributaria, la misma que ocultó en su declaración de bienes y sobre la que falseó su cese. Ya ven, son realidades distintas. Igual que esa familia que ha de vivir en una ratonera a precio de oro sin ni siquiera lavadora no está habituada a esta ingeniería fiscal, Villacís no sabe del parque de ratoneras de alquiler. La diferencia es que ella aspira a ser alcaldesa y ya es concejala en la oposición... claro, desde un chalet de 629 metros útiles dentro de un jardín de casi 2.000 metros cuadrados y con piscina, propiedad de dicha sociedad pantalla que le cobra 1.400 euros al mes.