La vergonzosa gira de Felipe VI por España le atizó ayer una bofetada de realidad en Sevilla que pudo escucharse hasta en Finisterre: "Más trabajo y menos caridad", le gritaban al Borbón en el barrio de las Tres Mil Viviendas mientras él y su pareja miraban para otro lado, ignorando esa realidad incómoda para quien vive en la opulencia, para quien no sabe lo que es tener callos en las manos, ni cocer y recocer varias veces un hueso para simular un caldo. Es la otra cara del Borbón Tour 2020.
Las críticas recibidas por el hecho de que su gira de apoyo al turismo comenzara por las Islas Canarias y, posteriormente, por su residencia de verano (Baleares), debió de activar la materia gris de algún lumbreras en la Casa Real que pensó que visitar el Polígono Sur de Sevilla contribuiría a mejorar la malograda imagen de Felipe VI, que vive su sexto aniversario más amargo.
La sonora protesta contra el Borbón estaba más que justificada. No era porque no hubiera llevado leche y aceite como semanas atrás había pedido el rey a la nobleza. Estaban muy acertad@s quienes reclamaban al monarca que, si quiere darle un empujoncito al barrio, traslade allí su residencia durante seis meses; eso sí que ayudaría al núcleo -uno de tantos- olvidado y aislado en España.
El Borbón Tour 2020 para promocionar el turismo es un auténtico escándalo. Justo cuando la justicia nacional e internacional están pendientes de determinar la corrupción de Juan Carlos I, cuando sabemos que su luna de miel de casi medio millón de euros en hoteles de lujo fue pagada por el emérito y un empresario, que ese escándalo fue silenciado por la prensa servil, que sigue la estela de su padre mostrando afecto hacia regímenes asesinos... justo en ese momento quiere promocionar el turismo en España sin hospedarse en el hostal Jacinto o el camping Río Seco... porque mucha personas, en el mejor de los casos, se podrá permitir una vacaciones de ese modo, sin rozar ni lo más mínimo los lujos de la cotidianeidad borbónica.
Es más que obvio que el republicanismo ruge con fuerza ante esta gira real, pero también los colectivos vecinales que más que una accción para promocionar el turismo en España, para lo que sirve es para promocionar al rey... con el dinero de todas y todos, claro. Ese es el motivo verdadero del Borbón Tour 2020, que continua su dispendio a costa de nuestra miseria, que vuelve a evidenciar lo inútil de esta institución, lo parasitario de una monarquía que resta más que suma y, como vimos ayer en las Tres Mil Viviendas, que cuando se lo gritan a la cara, sonríe y mira para otro lado, impermeable a la pobreza de su pueblo.