La Universidad de Alicante la ha pifiado. Intenta cambiar la Historia por el capricho de quienes niegan sus orígenes, de quienes, en el fondo, se avergüenzan de lo que sus antepasados hicieron. Eso es reescribir la Historia y puede jugarles una mala pasada con un 'efecto Streisand' que, al menos, durante un tiempo, llenará espacios con el nombre de Antonio Luis Baena Tocón, uno de los militares franquistas que participaron en la condena a muerte de Miguel Hernández. Quien sabe, igual hasta es trending topic.
Imaginen que llega un buen día y los familiares de Martin Borman (secretario de Hitler) piden a la Universidad de Berlín que borre todo su rastro en los artículos de sus catedráticos. Un despropósito. Si, además, utilizan torticeramente una ley de protección de datos personales para conseguir su fin, más rocambolesco es todo.
Los familiares de Baena Tocón tienen que comenzar a encajar que su antepasado fue lo que fue e hizo lo que hizo, tal y como han recogido los historiadores de manera objetiva. Ni ellos son responsables ni se les pedirá cuentas por ello, pero tienen que ser consecuentes. En lugar de eso, recurren a la amenaza, a la intimidación de la querella... y la Universidad de Alicante que, quizás anda falto de un rector -Manuel Palomar- con coraje e integridad, se ha plegado a la intimidación, con la apostilla de "cautelarmente".
Presentar a Baena Tocón como una víctima, que es lo que hace la familia del alférez, es también reescribir la Historia o aplicar paños calientes a quien, ya terminada la Guerra Civil, siguió del lado del dictador, como mínimo acatando órdenes que tienen graves consecuencias para la vida de otras personas, como fue el caso de Miguel Hernández, cuya pena de muerte fue finalmente conmutada por 30 años de cárcel. El poeta sí que fue una víctima; Baena Tocón, otra cosa bien distinta.
La concejala de Izquierda Unida (IU) Ana Fernández en el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera fue absuelta después de que la familia del fascista José María Pemán -que en municipios como Rincón de la Victoria (Málaga) aún cuenta con calles- recurriera también a la querella para no aceptar la Historia. Fernández fue absuelta. Tocan tiempos en los que parece que cuesta encajar lo que han hecho los antepasados, intentando blanquearlo o, incluso, elevarlo a posiciones para ser alabados. ¿Será casual que sucede esto tras la irrupción de la extrema-derecha y el modo en que ésta intenta hacerse pasar por lo que no es, es decir, demócratas? Pues claro que no.