Diario de Bali

Los pingüinos también sufren el calentamiento

El cambio climático afecta a los osos polares del Ártico, pero también lo sienten los pingüinos de la Antártida. Así lo demuestra, al menos, un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) presentado ayer en Bali, durante la cumbre del clima que se desarrolla hasta el fin de semana.

En esta cumbre no sólo se discute los nuevos límites de emisiones que sucederán al Protocolo de Kioto. Las organizaciones sociales y ecologistas aprovechan, además, la presencia y atención de los miles de periodistas de todo el mundo que están acreditados para presentar informes de todo tipo.

El estudio sobre los pingüinos llama la atención sobre la reducción de las poblaciones de cuatro especies de pingüinos: adelia, emperador, chinstraps y gentoos. El calentamiento está provocando la disminución del krill, el principal alimento de los pingüinos, y junto con las pesquerías cada vez más voraces, escasea día a día su comida. Además, todo esto se une a la disminución de la capa de hielo que provoca una reducción de las zonas habitables por los pingüinos.

Así, por ejemplo, los adelia han visto reducidas sus poblaciones un 65% en los últimos 25 años, mientras que los chinstraps han disminuido entre un 30% y un 60% en algunas de sus colonias. Anna Reynolds, de WWF, explicó que el emperador es el más vulnerable de la Antártida y se estima que sus poblaciones han bajado un 50% porque la capa de hielo es cada vez más fina y se rompe en sus zonas de cría.

Frente a este declive de biodiversidad, WWF plantea soluciones al calentamiento terrestre como las fuentes renovables y el uso del hidrógeno, la paralización de la deforestación, la investigación en captura y almacenamiento de carbono y la eficiencia energética. Hay tiempo para actuar, pero hay que hacerlo ya, reclamó James Leape, de WWF.

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