Ecologismo de emergencia

El futuro de Europa: armas o clima

Un soldado de la Bundeswehr lanza el dron Aladin desde un vehículo blindado de ruedas Boxer durante el ejercicio Quadriga 24 de la OTAN.- Kay Nietfeld / dpa
Un soldado de la Bundeswehr lanza el dron Aladin desde un vehículo blindado de ruedas Boxer durante el ejercicio Quadriga 24 de la OTAN.- Kay Nietfeld / dpa

En diciembre de 2019, la Unión Europea adoptaba el llamado 'Pacto Verde europeo' como eje de sus políticas de futuro para abordar "la necesidad urgente de intensificar las acciones para abordar la amenaza existencial que suponen el cambio climático y sus efectos". Sin embargo, en los últimos meses se ha producido un giro radical en las políticas europeas, cuyo objetivo ha pasado del impulso a la transformación ecológica al rearme y la preparación para el conflicto bélico.  

Así lo establece la Agenda Estratégica Europea (202472029), un documento aprobado por el Consejo Europeo al inicio de cada legislatura, en el que se establecen las grandes líneas prioritarias que deberá seguir la siguiente Comisión. Según una filtración del documento, que debe ser aprobado en junio, destaca la mención a políticas para la "ampliación" de la industria armamentista europea y el aumento "sustancial" del gasto y la inversión militares europeos.  

No cabe duda que este cambio de rumbo se ha producido por la presión creciente de la extrema derecha europea, aquella ha hecho de la oposición a las políticas ecologistas uno de los ejes de su recetario extremista. Las movilizaciones y tractoradas de los últimos meses fueron, en vez de un clamor en defensa de los agricultores, una diatriba ultraderechista contra las políticas verdes y la Agenda 2030. Las primeras víctimas no tardaron en llegar, y fueron precisamente la ley de Restauración de la Naturaleza, la propuesta de eliminación de pesticidas tóxicos, y la reforma ambiental de la PAC. Nada se habló, sin embargo de la especulación con los alimentos, el enriquecimiento de los intermediarios a costa del sudor de los agricultores o los acuerdos de libre comercio que, estos sí, cuentan con el beneplácito de las derechas a pesar de ser los verdaderos causantes de la ruina del campo. 

En este contexto las próximas elecciones al Parlamento Europeo cobran especial relevancia, puesto que definirán hacia dónde irá Europa en los próximos años. Mientras que las derechas siguen atacando las políticas verdes con el objetivo de desmantelarlas por completo, se prevé el desvío de esos fondos al rearme de los ejércitos y la producción de armamento.  

Estamos por tanto ante un conflicto real y brutal. De seguir la actual tendencia en Europa, quedarían atrapas los objetivos de reducción de emisiones, la defensa de la biodiversidad o la búsqueda de alternativas energéticas limpias. Es mucho lo que está en juego, Hay que recordar que Europa se calienta tres veces más rápido que el resto del planeta y que, por tanto, combatir el cambio climático es ya una cuestión de urgencia interior para la UE (y en especial para España, dentro de Europa el país que mas se calienta). Sin embargo la Agenda Estratégica Europea de 2024 elude cualquier comentario sobre la emergencia climática, y se centra en la seguridad y el rearme de Europa. 

De cara a las elecciones europeas de 2024 el debate debe ser muy claro: optamos por una Europa militarizada y preparándose para la guerra, o avanzamos en la defensa de una Europa de los derechos humanos que levanta la bandera de la lucha climática. Y, visto lo visto, no hay nada en el medio.  

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