El dedo en la llaga

Aznar, genio y figura

Es realmente así de simplón el pensamiento de José María Aznar o finge él que lo es porque cree que eso le acerca más al pensamiento simplón del público al que trata de atraer? No lo sé y, a decir verdad, tampoco creo que importe demasiado: un simplón se caracteriza por comportarse como un simplón, y que le salga del alma o lo simule no altera demasiado los efectos prácticos de su rollo, uniformemente simplón. Lo que Aznar pueda encerrar en el fondo de su alma –empleados sean los anteriores términos con todas las lógicas prevenciones– resulta secundario. Lo conocemos por sus actos, y con eso nos basta y sobra.

En la presentación de su último libro (seguimos en las mismas: poco importa quién lo haya escrito; el caso es que lo firma él), el ex presidente del Gobierno del PP y consejero de Murdoch ha tratado de torear el asunto de la "autoría intelectual" de la matanza del 11-M, sobre el que tanto han especulado los de su cuadra, afirmando que los atentados terroristas, ya procedan del independentismo vasco o sean de raíz "islamista" (él empleó ese adjetivo), tienen de común que "alguien [los] planifica y decide cuándo, dónde y cómo [realizarlos para] hacer el mayor daño".

Pues no. Si lo que el campeón de las Azores pretende es argüir –y así parece– que siempre hay un "alguien" que planifica y decide, pero luego se queda en la sombra, como autor intelectual pero no material, se equivoca.

La historia del activismo armado vasco registra un buen número de atentados, incluidos varios con resultado de muerte, que fueron ideados y ejecutados por la misma gente. Por su cuenta y por su riesgo. Sin nadie por encima. Las acciones de los Comandos Autónomos Anticapitalistas –que siempre son contabilizadas como si hubieran sido cosa de ETA, aunque se llevaban a matar, y nunca mejor dicho– entran de lleno en ese capítulo.

Y no digamos ya las del campo yihadista, con Al Qaeda como referente principal, que hace de la capacidad de decisión y ejecución autónomas, prácticamente espontáneas, un elemento clave de su modus operandi.

De modo que Aznar sólo ha tenido una idea nueva sobre el 11-M, y es una bobada.

Genio y figura.

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