el pingue

Expectativas visuales

En el hall del edificio Baluarte de Navarra, durante el congreso "Vive las verduras", Ferrán Adrià dejó caer que las fotos en los restaurantes tenían los días contados. Parece ser, por lo que leo a algún ex-compañero que en fechas recientes ha asistido a El Bulli, que sólo se podrán publicar cuando finalice la temporada. Algo es algo. En aquel corro estábamos unos cuantos blogueros y blogueras y recuerdo que el tema se quedó ahí.

Últimamente, bueno, desde hace algunos años, ando enganchado al blog de Ibán Yarza , Te quedas a cenar. Recomiendo la visita para seguir el diario de aprendiz de panadero que está escribiendo desde Londres, entre masas, fermentos, música polaca,  olores, sabores y sensaciones que logra transmitir en sus escritos y, cómo no, a través de sus fotos. Fotos estupendas las de David de Jorge en su blog Atracón a mano armada, las de Soledad Felloza en La caja de los hilos, y muchas más en otros tantos. Tan sólo dar una vuelta por la blogosfera gastronómica servirá para ver qué se hace, se compone, se destroza o provoca.

Una foto gastronómica crea una expectativa, además de ser un recuerdo, un acta o un "comprobante" de asistencia. Como todo lenguaje, cuanto mejor utilizado, más nítido, vivo y lleno de alma llegará al lector. Pero también sucede que ese lengiaje puede estar compuesto por exabruptos y muchas veces lo que reflejan no es comparable con lo real. No hablo de técnica fotográfica, que también, hablo de transmitir buenas  sensaciones  o de provocar  rechazo o  desilusión.

Cuando dentro de unos días marche allende los mares en busca de sensaciones, de experiencias, de  fotos gastronómicas, no sé si me encontraré con prohibiciones, letreros de museo con una cámara dentro de un círculo rojo, o simplemente la indiferencia. Quién sabe, lo mismo se pone de moda y solicitándolo te dan un cd con las fotos de estudio del propio restaurante, pero, ¿es en realidad lo que has comido, lo que ha pasado por tu mesa?. Sólo de pensarlo me viene el recuerdo de la hamburguesa del tio Mac, tan sana, tan verde,  tan alta y tan mollar del cartel publicitario, y la sensación que me entraba al abrir la caja de plástico y encontrar dentro un esperpento hecho de filete ruso seco....... Ya me he quitado y sólo las como de la Yogui, la mejor hamburguesa de mi ciudad, sin foto en la puerta.

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