Ibón se ha sentado en la mesa al final del servicio. En su rostro agotamiento, en sus manos la batalla del día a día....

Jai Alai no es un sitio que deje indiferente. Su aspecto de hogar, el trato que se ofrece al cliente desde que entra por la puerta y la honestidad como bandera hacen de esta casa, casi centenaria, un auténtico oasis en la inmensidad de la mediocridad. En Jai Alai se llaman a los platos por el nombre del producto principal, no se juega con trampantojos, se elude la bobada per se.

Si es un rodaballo salvaje se coloca en la carta y el precio justo que corresponde al mismo. Si es un txangurro se sirve tal cual, sin pasote de brandy o vino blanco con el que enmascarar la falta de oficio. Si yo fuera su pescadero estaría feliz porque mi género es bien tratado, ya sean ostras, pitxin, rape, ostras, ...........

Alrededor de las mesas familias con hijos y nietos. También gente joven que se acerca al calor de una comida reconfortante. Jai Alai es uno de mis refugios, al que acudo no con la necesaria asiduidad, pero donde nunca hace frío, donde siempre salgo con la sensación de haber pagado por lo que he comido, donde se respeta el espacio , la calidad y el oficio.

No estaría de más que la puerta de entrada a lo que se llama "gastronomía" se hiciera aquí. Tampoco lo estaría que los estudiantes de hostelería fueran con lápiz y papel y escribieran en el ítem "calidad" el género que , entre otros Pescaderías Coruñesas o la carnicería de Higinio (Magallanes 44, Madrid) plantan en esa cocina.

Jai-Alai
C/ DE BALBINA VALVERDE, 2, 28002 Madrid 915 61 27 42 ‎

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