Tierra de nadie

A Zapatero le bajan el pulgar

Al náufrago que es Zapatero le ha echado un cabo CiU, con el mensaje explícito de que, una vez a salvo de las olas, se ahorque con él en el pino más cercano. El drama del presidente no es el de haberse quedado solo en su tijeretazo, aprobado gracias a la abstención de los nacionalistas catalanes, sino que resultara difícil escuchar ayer a Durán Lleida y no asentir con la cabeza: es cierto que no se ha hecho nada para gravar a los bancos, combatir el fraude fiscal y reducir el gasto superfluo; es una realidad que se obra por imperativo de los mercados, de la UE y del FMI; y es incuestionable que, de no haberse aprobado ayer el decreto, España hubiera corrido la misma suerte que Grecia.

Decía Andreotti, un doctor en la materia, que gobernar no consiste en resolver problemas sino en hacer callar a los que lo provocan. Aquí, en cambio, muchos de los causantes de nuestros males nunca dejaron de tener voz, voto y barra libre. Se ha alejado tanto Zapatero de la izquierda, que es ahora la derecha la que puede decidir si le perdona la vida o le baja el pulgar. Franqueada la cima de ayer, la próxima cita con el abismo serán los Presupuestos de 2011, donde el PSOE lo tiene entre crudo y poco hecho para sacarlos adelante y no verse obligado a prorrogar los actuales o adelantar las elecciones

.Es difícil saber si el presidente está acabado, dicho en palabras de Durán, pero es seguro que quien ha expirado es su Gobierno, que debería ser remodelado con urgencia. Si una fe de errores en el BOE es capaz de subsanar una descomunal metedura de pata del Consejo de Ministros, como la que cometió al prohibir el endeudamiento municipal con carácter inmediato, es que ya nada puede esperarse de este gabinete, empezando por su vicepresidenta económica. Está por ver que el asunto no acabe en los tribunales, ya que todo indica que estamos ante una vulneración del principio de legalidad. El Consejo es un órgano colegiado y nadie individualmente puede corregir sus decisiones, aunque sean disparatadas.

Lo próximo que exigen los mercados es la reforma laboral y la reestructuración bancaria, para la que nunca faltan fondos; luego vendrá el copago sanitario y la ampliación de la edad de jubilación. Como a Zapatero, nos está echando un cable y nos dejan elegir el árbol. ¿Qué más podemos pedir?

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