Tierra de nadie

Los radicales están proscritos

Los de IU, que hoy inician su Asamblea de Refundación, deberían saber que como se pasen de radicales se las tendrán que ver con el Gran Hermano que la UE ha puesto en marcha bajo presidencia española. Ya no se trata de que el FBI se inspire en Llamazares para recrear a Bin Laden y le haga famoso. Bastará con que Interpol se entere de que su organización da por muerta a la monarquía, pide una constitución federal y propugna "un cambio político que conlleve un giro económico, social, cultural y ético radical" para que el retrato de Cayo Lara empiece a circular por Europa en medio de un cartel de Se busca. Sepan que el radicalismo ha sido proscrito.

Lo que empezó siendo una iniciativa específica para la prevención del terrorismo, dirigida especialmente a combatir la actividad islamista, se ha convertido sobre el papel en un programa de vigilancia de ciudadanos sospechosos de radicalización, procedentes de grupos religiosos, de extrema derecha, extrema izquierda, nacionalistas o antiglobalización. Su aplicación fue bendecida en el Consejo de la UE del pasado 26 de abril en un documento público, pero su operativa se aborda en otro de carácter confidencial que ha sido desvelado por Statewatch, una ONG dedicada a la defensa de las libertades civiles.

El manual secreto incluye un cuestionario de 70 preguntas que los vigilantes de esta playa tendrán que contestar en relación a sus investigados. Entre ellas han de aportar datos sobre la situación económica y administrativa de los supuestos radicales, de su experiencia laboral, si se les negó una beca e, incluso, referencias a sus compañeros de grupo para determinar si eran amigos suyos o los conoció en la escuela o en el vecindario. Algunas de ellos, por su propia naturaleza, exigen la interceptación de sus comunicaciones. Se aconseja, claro, que toda la información recabada sea puesta a disposición de las Policías de los Estados miembros.

El principio del que se parte es que todo individuo que propugna ideas radicales es un terrorista en potencia. Y como no se aclara el concepto de radical, cualquiera puede serlo, lo que amplía el abanico de objetivos. La UE ha conseguido pisotear a la vez el derecho a la intimidad y a la libertad de expresión. Para que luego digan que la presidencia española no ha sido un éxito.

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