Sombreros de colores

Por la supervivencia del Proyecto FRESNEDA y la Narcosala de Madrid

Hace poco se aprobaba una ley que abría la salud pública a caminos que pueden contribuir a poner la salud a un nivel más elevado. Y mientras tanto las leyes progresan, hay acciones que retroceden.

DOS noticias hemos recibido en los últimos días que nos entristecen, aunque creemos que la participación y la respuesta de las personas afectadas puede ayudar a su supervivencia:

 1.      PROYECTO FRESNEDA:

Esta mañana, nos ha llegado una carta de Valentín Pérez, médico de familia y director de gestión del Centro de Salud/Unidad de Gestión Clínica de La Fresneda y persona que ha puesto en marcha, inspirado y colaborado en una red social para la promoción de la salud muy interesante e innovadora: Proyecto Fresneda, que lleva más de 2 años de trabajo, medio centenar de colaboradores, 8.000 seguidores en las redes sociales y 20.000 horas de voluntariado... que dice así:

 "Hace 3 días acudí a presentarme a la nueva Gerencia de Atención Primaria de Oviedo para ofrecerles, como a la anterior Administración, mi disponibilidad, mi compromiso y mi colaboración para continuar trabajando, desde nuestro Centro, como lo hemos hecho durante estos años, en el desarrollo de la Gestión Clínica, la mejora de la eficiencia y la calidad asistencial, la actividad docente, la investigación y como no, la salud comunitaria...y me encontré con una de la peores sorpresas de mi vida: toda la ilusión, el tejido social y la salud que hemos generado... se convertían, de golpe, en un papel arrugado y listo para tirar a la basura.

La nueva Gerencia planea impedir que se realicen nuestras actividades en el Centro de Salud (20 grupos, en la actualidad, que incluyen alimentación, tabaco, apoyo psicosocial, apoyo para la lactancia materna, taichí, pilates, yoga...) tal como se venían realizando hasta ahora en los últimos 2 años, con la excusa de que esas actividades gratuitas lideradas por voluntarios, son impropias de un centro sanitario y de que los profesionales del Centro afirman que trabajarían mejor y más a gusto (?) si no estuviesen.

Todo ello a pesar de que el Proyecto y, gracias a él, el Centro de Salud de La Fresneda, son conocidos y valorados en toda España, como un ejemplo singular del potencial que tiene la participación comunitaria en la Atención Primaria de Salud.  Y a pesar también, de que esa estrategia esté firmemente sustentada por la evidencia científica y por todos los consensos internacionales, desdela Conferencia de Alma Ata sobre Atención Primaria (OMS, 1978),la Carta de Otawa sobre Promoción dela Salud (OMS, 1986) hastala Declaración de Adelaida sobre la estrategia de Salud en Todas las Políticas (OMS, 2010)"

La carta sigue por una parte, lamentándose de cómo se puede hacer desaparecer un verdadero espacio de salud  sin coste económico ("esa salud que no solo requiere asistencia sanitaria sino también espacios de participación, apoyo comunitario y facilitación social para los cambios de estilos de vida...") y por otro agradeciendo la gratitud a esta iniciativa.

¿Qué se puede hacer? Dirigirse ala Gerencia de Atención Primaria del Área IV (Oviedo) por correo electrónico: gerencia.gap4@sespa.princast.es,  o directamente en su sede en la calle Palmira Villa, s/n, Oviedo.

2. EL CIERRE DE LA NARCOSALA de MADRID

El dispositivo de venopunción higiénica (Narcosala) de Las Barranquillas (Madrid) tiene los días contados. La Comunidad de Madrid ha decidido cerrar antes de fin de año las puertas de la que fuera primera narcosala de España (2000), a pesar de que ahí se analiza la sustancia que lleva el consumidor, se evitan letales sobredosis, se salvan cientos de vidas y se ayuda a los toxicómanos más deteriorados a incorporarse a la red sanitaria normalizada en el mismo lugar en el que malvivían y morían (junto a la medicina, un café caliente, un bocadillo, asistencia social, y hasta cama para pasar la noche).

Las salas de consumo supervisado de drogas o narcosalas son instalaciones sanitarias con supervisión profesional donde los consumidores de drogas pueden consumirlas en condiciones seguras e higiénicas.

Sólo Euskadi, Madrid y Catalunya cuentan en el Estado con salas de consumo supervisado de drogas y en comparación con países dela Unión Europea, al Estado español consideran los expertos con los que coincidimos en unas jornadas internacionales en Bilbao, "le queda mucho camino que recorrer en cuanto a tratamientos alternativos y a políticas sobre drogas", y en "seguir avanzando en la diversificación de tratamientos, incluyendo todo el apoyo psicosocial que este tipo de pacientes requiere", para que los drogadictos "dejen de ser pacientes de tercera".

Y los de "tercera" siguen siendo los grandes perjudicados:

-         Abdel-Maula, de 52 años, dice: "Cuando no esté esto, la gente va a empezar a irse al centro de Madrid, a los parques".

-         Alejandro, de 44 años, se pregunta qué va a pasar ahora. "Yo he venido ...a la narcosala para quitarme del caballo, y, ahora que va a cerrar, ¿donde voy? No tengo a nadie aquí, ni donde comer, ni ducharme ni ropa ni nada"

-         Emilio, que tiene 50 años y es adicto desde los 15, reconoce que está "vivo de milagro" y gracias a que le sacaron hace unos meses dela Cañadapara llevarle a la narcosala. "Es un error que la cierren; ¿donde va a ir la gente?".

-         Fran, de 35 años. "Si se trasladara a la Cañada por lo menos la gente tendría atención sanitaria, comida y albergue. No hay nada como esto. Por lo menos aquí estamos retirados y si te pinchas nadie te ve",

-         "Nos quieren sacar de aquí antes, para que cuando vengan a cerrar no haya problemas. Los yonquis estamos en vías de extinción"

-         «Nos quieren condenar a la marginación y vamos a luchar por la permanencia de la red asistencial de atención a drogodependientes». Así lo aseguraban Carmen, Roberto, Santi, Carmen, Mustafá, Laura, Abdemaulá y Manuel, usuarios del primer dispositivo asistencial de venopunción de España

-         «Es una lástima. Es condenarte a un callejón sin salida. A abandonar tu tratamiento, a verte otra vez tirado en la calle y a perder lo que te ha costado años ganar», se lamentaban Santi y Carmen

-         «Hay gente que estaba saliendo de esta mierda y ahora ha vuelto a Valdemingómez. Yo no pienso hacerlo, pero algunos recaerán».

Ante esto, ya empiezan a haber movimientos:

-         Agentes de la policía nacional de la zona han remitido una carta a la gerente de la Agencia Antidroga, en la que comentan que el centro, además de ser un referente médico, ejerce un valioso papel en la resolución de conflictos delictivos, muertes violentas, desapariciones y todo tipo de casos relacionados con la investigación policial. Además, presta apoyo judicial y destacan su importante labor preventiva y humanitaria; unos aspectos que, de su eliminación definitiva, no podrían desempeñarse. Tendría que continuar; de lo contrario, se perderá toda referencia institucional y legal en el lugar, además de la atención sanitaria y de urgencia, esencial para ese tipo de población.

-         «Su cierre nos hace retroceder más de 30 años en la atención a toxicómanos», explican algunos profesionales

-         «No nos vamos a quedar de brazos cruzados. Vamos a movilizarnos. Algo tendremos que hacer" dicen algunos de los usuarios que diariamente acuden al centro.

-         José Cabrera, director de la agencia Antidroga de Madrid cuando se abrió el centro:"Tanto esfuerzo costó abrir, y tanto bien ha hecho, corren rumores y vientos de cierre, o al menos extinción de contrato, y un cierto amargor nos viene a la boca que no podemos callar. ....Y así los más marginales de los marginales encontraron una mano en esta sociedad del bienestar en la que nos hemos malcriado, y ya no murieron en soledad ni desesperación.

José Cabrera termina su artículo diciendo: Pero hoy la crisis y la anestesia social llaman a la puerta y hay riesgo de que todo lo conseguido desaparezca y así como escribió William Shakespeare en Hamlet: «Algo huele a podrido en Dinamarca».

¿Será que los drogadictos no interesan ya a nadie?. "Hace 10 años eran peligrosos porque robaban bolsos o atracaban farmacias, pero como ahora tienen metadona han desaparecido del mapa y nadie se acuerda de ellos", Triste realidad.

Pero seguramente, además de escribir, manifestarse o protestar sería importante evitar que lo que funciona, salvando vidas e impidiendo con sus análisis a las dosis miles de chutes mortales, siga ayudando a los más débiles, a los que casi nadie llega.

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