Las carga el diablo

Feijóo es un "bluf"

Feijóo es un "bluf"
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (i), mantiene un encuentro con afiliados y simpatizantes del PP de Barcelona, este jueves en la Festa Major de Bellvitge. EFE/Marta Pérez

El pasado martes me chupé enterito el debate entre Pedro Sánchez y Núñez Feijoó y, tras haber leído decenas de columnas de opinión y escuchar tertulias varias sobre el asunto durante toda la semana, la única conclusión posible es que me debí equivocar y, en lugar del debate, igual estuve viendo la Vuelta ciclista o un partido de tenis. A veces lees tanta desmesura que acabas dudando de ti mismo.

Menos mal que, aunque transcurran los días, las más de veinte páginas que conservo en mi cuaderno de notas con las intervenciones minutadas de ambos contendientes certifican que oí lo que oí, aunque mercenarios y turiferarios de todo pelaje y condición se estén empeñando en desfigurar lo que realmente ocurrió. No teman, que no se lo voy a transcribir, pero sí les trasladaré mi valoración: Feijoó hizo el ridículo, demostró sus carencias y en ocasiones produjo vergüenza ajena constatar el escaso nivel de preparación que exhibió en un debate propuesto por él mismo. El presidente, es cierto, no desaprovechó la ocasión e inundó la tarde de datos y admoniciones como cualquier otro en su lugar hubiera hecho ¿O no?

Vamos a ver si dejamos algo claro de una vez: ni el presidente del Senado tenía por qué alterar el reglamento para concederle más tiempo a Feijoó, como algunos clamaban y reclamaban al día siguiente desde distintos púlpitos, ni Pedro Sánchez abusó de nada ni de nadie. Los altaneros, como los ladrones, siempre piensan que los demás son de su misma condición: que si el uno dispuso de mucho más tiempo que el otro, que si aprovechó para hacer campaña...

Fue Feijoó quien retó a Sánchez, señores, ¿qué pasa, que desconocía el reglamento? Fue el líder del PP quien le sirvió en bandeja al presidente del Gobierno de coalición la posibilidad de hacer lo que hizo por mucho que les haya dado a todos por andar llorando por las esquinas porque Sánchez "se pasó de frenada", ¿qué querían, que desaprovechara la oportunidad ? Para una vez que tiene ocasión de hablar claro y poner en valor el trabajo del Gobierno que preside, ¿también quieren que renuncie a ella?

Sin ser santo de mi devoción, como saben de sobra quienes me hacen el honor de leerme de vez en cuando, yo diría que Sánchez fue hasta misericordioso, porque podía haber metido el dedo en la llaga mucho más de lo que lo hizo. Daba igual, hiciera lo que hiciera, dijera lo que dijera los argumentarios analizando las comparecencias, así como las portadas de los periódicos, estaban confeccionadas ya antes de que comenzara el debate: "Sánchez, perdedor e incompetente; Gobierno de coalición, caca; Feijoó, amado líder, la gran esperanza blanca que tiende la mano y ofrece un proyecto" ¿Tender la mano? ¿Cómo y a quién? Proyecto ¿Cuál? ¿Dónde?

Nos toman descaradamente el pelo porque saben que tiren como tiren los dados, siempre les saldrá la mejor jugada. Para ellos las izquierdas, cuando están en el poder, lo están de prestado, son como los "okupas" que tanto demonizan los anuncios de Securitas Direct, sponsor favorito de buena parte de esos medios cuyos esbirros disparan sin tregua mañana, tarde y noche. Según ellos, empezando por las tertulias mañaneras de tve, el presidente tenía que haber puesto la otra mejilla, menuda osadía reivindicar los éxitos de su gestión, menuda caradura ponerse a hacer campaña, pero ¿cómo se atreve? A propósito de rtve Roberto Lakidain, uno de los consejeros de la Corporación, recordaba el otro día en "Pandemia Digital", programa que Julián Macías emite a través de twich, que los responsables de "La hora de la 1" trabajaron en su día para Ana Botella, Eduardo Zaplana e Isabel Díaz Ayuso. No hay más preguntas, señoría.

Lo quieren abarcar todo no por glotonería sino porque van por la vida convencidos de que el cortijo es suyo y los resortes de la gobernabilidad no pueden estar nunca en otras manos. ¿Democracia? Sí, pero la suya, encorbatados aunque pasen calor, como niños traviesos que se van a la cama sin cenar y no se tapan porque están enfadados, boicoteando la sesión como hizo Rafael Hernando, a pesar de saberse el reglamento del Senado de memoria...

El problema es que la izquierda no acaba de zafarse del complejo de inferioridad cuando gobierna, y ejerce el poder en muchas instituciones como pidiendo permiso por sentarse en el sillón que se sientan. Al final la sensación de que se está de prestado no es solo culpa de quienes crecieron mirando toda su vida por encima del hombro. Las izquierdas tienen también su cuota de responsabilidad porque practican la dejación de funciones permitiendo que se les coma el terreno.

Aunque la percha de esta columna sea el debate del pasado martes, el texto pretende ser una reivindicación de la labor del Gobierno de coalición en su conjunto y del papel de los miembros de Unidas Podemos en el eEjecutivo, sin cuya presencia ninguna conquista social habría sido posible ni Pedro Sánchez hubiera podido presumir el martes de todo lo que presumió. Sin UP en el Gobierno, no lo olvidemos, ni los ultramontanos ni sus acólitos estarían a día de hoy lo nerviosos que están. Ni Feijoó, el pobre, se habría visto obligado a hacer el ridículo como lo hizo.

Si alguien tiene dudas de hasta qué punto el todavía líder de la oposición fue un bluf en toda regla, le paso encantado un escaneado de mis apuntes. Claro que más práctico les puede resultar tomarse la molestia de pinchar en youtube para ver y escuchar el debate completo. Y luego me dicen.

J.T.

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