Merienda de medios

Obituario de Ramón Calderón

A la espera de que Florentino Pérez llegue con otro Ronaldo en la faltriquera y recalifique el Bernabéu o el Parque del Retiro, se oficiaba anticipadamente ayer el óbito presidencial de Ramón Calderón en el Real Madrid, una vez confirmado que los colegas de un tal Nanín y hasta el Orfeón Donostiarra votaron como compromisarios en la última asamblea del club, se supone que a su favor. Calderón, que era el que le preparaba las asambleas a Floro, adujo que ni sabía ni conocía, pero lo ocurrido era tan transparente como las gasas que Soraya Sáenz de Santamaría lucía en plan deshabillé en la portada de El Mundo. La portavoz del PP, por cierto, nos ha dejado entre boquiabiertos y mudos.

En la página siguiente, Luis María Anson, enamorado de la ensalada de carabineros y la perdiz en pepitoria que Florentino sirvió en la boda de su hija Cuchi, condenaba a Calderón a los infiernos, aunque su trato con él "siempre ha sido amable y cordial". Insistía en que el abogado tenía que irse porque "el Madrid no es sólo un club. Ha derrotado, incluso, a los toros en la imagen internacional de España. Compite con El Escorial (...). Es la paloma de la paz de Picasso que vuela sobre el mundo". Y hay que lavar cuanto antes las manchas, que en eso Floro era como el Ariel Ultra.

Los madridistas son muy mirados para eso de la imagen. Alfonso Ussía, en La Razón, pedía elecciones ya, porque al club no se le puede "someter a la humillación diaria de la duda y la rechifla general". En Barcelona se tronchan tanto que Emilio Pérez de Rozas, en El Periódico, contaba hasta chistes: "¿No has oído ese que dice que Ramón Calderón se va a casar, y pronto, muy pronto, con la duquesa de Alba porque va a ser el único título que ganará este año?".

Tal y como están las cosas, ya no se puede salir a la calle ni en Katmandú. "Un club como el Real Madrid no puede permitir estos esperpénticos hechos que le convierten en el hazmerreír del fútbol mundial, porque con esto de Internet ahora se enteran de todo hasta en el Nepal", comentaba horrorizado José Vicente Hernáez en Marca. Guash, el chistoso del As, hacía la gran pregunta: "¿Le merece la pena prolongar la agonía a Calderón?"

Aquí un amigo

A ese mismo interrogante contestaba en Los Desayunos de TVE, Melchor Miralles, ex directivo de Calderón y clon del conde-duque de El Mundo en Teleramírez. Miralles había estado horas antes ofreciendo su hombro en casa del afectadísimo y "honrado" Ramón, que para eso están los amigos. "No hay motivo para que Ramón Calderón se vaya del Real Madrid (...) Pero a mi personalmente no me compensaría". A la hora de comer, Calderón cedía el testigo al naviero Boluda. Esto se hunde.

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