Como somos de natural olvidadizos y los chiringuitos de la playa distraen bastante, el Banco de España ha tenido que recordarnos que la economía sigue montada en el tobogán de un parque y que a la vuelta de la playa deberíamos poder ser despedidos a la carta más alta y a un coste menor para que los agostados brotes reverdezcan definitivamente. El empecinamiento del gobernador de la cosa, al que no se puede despedir hasta que no concluya su mandato, tiene de los nervios al ministro Corbacho que, entre responder a este excelentísimo señor y pararle los pies a la CEOE, se está ganando unas vacaciones en el Caribe con todo incluido.

Según parece, de esta crisis, generada por la avaricia de los banqueros y la inopia de los supervisores que, como el Banco de España, silbaban el only you cuando las entidades comprometían sus recursos en inversiones disparatadas o estafan al personal con sus fondos garantizados, se sale con miles de millones para la banca y despido libre. "Nos estamos gastando el dinero en subsidios, en obras locales y en otras cosas que no tendrían cabida en ningún país decente", señalaba en El Periódico de Andorra Carmen Tomás, cuya idea de la decencia es, cuando menos, original.

"¿Qué dirán (el Gobierno) cuando se alcance la cota del 20% de paro y se supere el listón de cinco millones de parados y se perfore el suelo de 17,5 millones de ocupados cotizantes (por debajo de esa cifra las cuentas de la Seguridad Social darán pérdidas)?, se preguntaba González Urbaneja en La Estrella Digital. Pues quizás algo más de lo que dice el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, o sea Urbaneja, ante los centenares de despidos de periodistas en los medios de la capital, incluido alguno en el que él colabora.

Entre tanto, la CEOE, que ha negociado con el trabuco en la mano, amenaza con volver a la carga en septiembre, cuando afloje el calor. González de la Cuesta añoraba en Mediterráneo al difunto Cuevas, "que salía siempre con un acuerdo bajo el brazo (...) Pero entonces la patronal no era un peón de brega del PP". Sepan que Gerardo Díaz Ferrán, el de "Esperanza Aguirre es cojonuda", no está de acuerdo.

Renuncias
Así que no sean egoístas, sean capaces de "renunciar a algunas cosas" y acepten incluso "la revisión de los contratos laborales", como pedía Carlos Sentís en La Vanguardia. Es por nuestro bien. Ha sido un placer merendar con ustedes.