Decía José Saramago que hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia.

En una de sus primeras comparecencias al inicio de la presente legislatura, la que ha sido Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, manifestó que era intención del Ejecutivo, como una de sus políticas preferentes en materia legislativa, elaborar un Proyecto de Ley de Memoria Democrática para que fuera aprobada en el Parlamento.

Así, la tramitación del Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática comenzó con su aprobación inicial en Consejo de Ministros en el mes de septiembre del año 2020. Transcurridos diez meses desde su aprobación inicial y después de haber sido evacuados informes preceptivos y no vinculantes tanto por el Consejo Fiscal como por el Consejo General del Poder Judicial, estaba inicialmente previsto que el 13 de julio de 2021 se aprobara definitivamente el texto en el propio Consejo de Ministros, se convirtiera en Proyecto de Ley y se procediera a enviar al Congreso de los Diputados para que, a su vez, comenzara la tramitación parlamentaria del referido texto legal.

Hace escasamente unas horas hemos conocido que el actual Ministro de la  Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha decidido posponer sine díe la aprobación definitiva del Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática al objeto de efectuar un estudio en profundidad de la norma.

Resulta insólito que el actual Ministro necesite efectuar un estudio en profundidad del Anteproyecto que lleva tramitándose, como decía, diez meses y que según parece los cambios introducidos en el texto  durante su tramitación han sido mínimos. Desconozco cuáles son los motivos reales y concretos de esta nueva demora pero, en todo caso, es injustificada e injustificable, pues a la desmemoria, el olvido y las políticas de impunidad mantenidas por el Estado español durante más de cuarenta años de democracia en relación con los crímenes franquistas, se une ahora una suspensión indefinida respecto a la aprobación definitiva en Consejo de Ministros de un Proyecto de Ley cuyo retraso era muy considerable desde que fue aprobado inicialmente.

La reparación integral y el reconocimiento a las personas y sus familiares que sufrieron graves violaciones de derechos humanos como consecuencia de los crímenes franquistas, incluido su derecho a la Justicia, no admite más demoras tanto en términos biológicos como en términos de regeneración democrática. Es urgente que el Proyecto de Ley, aún con sus graves y manifiestas carencias, se tramite como tal en el Parlamento español, es urgente un reconocimiento institucional, legal y judicial a las víctimas de aquéllos gravísimos crímenes y es urgente que la democracia española comience a transitar por un camino respetuoso con las obligaciones internacionales contraídas y que tantas veces le han sido demandadas por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Sr. Ministro, no vamos a permitir que el olvido se torne en indiferencia, es hora de aplicar una voluntad política inequívoca para revertir una situación de impunidad que impide, entre otras muchas cuestiones, la investigación y el enjuiciamiento de los crímenes y los criminales franquistas. Sr. Ministro, es hora de tramitar el Proyecto de Ley de Memoria Democrática.