Otras miradas

"Los problemas de las mujeres" y la política

Sara Bailac

Portavoz de igualdad de Esquerra Republicana en el Senado

"Los problemas de las mujeres" y la política
Productos para la menstruación en un supermercado.- WIKIPEDIA

Se dice que muchas mujeres en política logran cambiarla y, aunque no es tarea fácil, lo cierto es que su presencia consigue variar en qué centran el foco las instituciones. Gracias a una mayor aparición institucional, pero también a un movimiento feminista activo y combativo, algunos temas dejan de ser tabú y forman ahora parte de la agenda pública. ¿Cómo si no se explica que la menstruación, la equidad menstrual, la endometriosis o el efecto de la vacunación en las mujeres sean ahora temas sobre los que trabajan los gobiernos y sobre los que se discute en las cámaras parlamentarias?

No es nuevo que "los problemas de las mujeres" hayan quedado fuera del espacio público, espacio tradicionalmente ocupado por los hombres. No es nuevo que el patriarcado haya ignorado aquello relevante para la vida de las mujeres. Por ello no es menor que los derechos y las necesidades de las mujeres, más de la mitad de la población, ocupen ahora un espacio importante del debate público. Y de entre los temas tabú, la regla destaca como el que más. Un proceso fisiológico que vivimos la mayoría de mujeres de entre 10 y 54 años pero que sigue envuelto por un silencio impropio de la sociedad de la información en la que vivimos.

La ocultación de un proceso tan natural explica la discriminación económica que supone para las mujeres y personas que menstrúan el coste a lo largo de 30 años de los productos de higiene menstrual. El consumo de productos de higiene íntima representa para nosotras una necesidad primordial y regular, pero estos están clasificados dentro de los productos de consumo, lo que comporta que un producto sanitario e indispensable se convierta en un producto de lujo. Pero es que también el hecho de que aún hoy la menstruación sea un tema no normalizado ha provocado un desconocimiento sobre el tipo de productos que se pueden utilizar y el impacto medioambiental de estos, ¿cómo puede ser, por ejemplo, que no haya más información sobre la copa menstrual o los productos sostenibles para la menstruación? ¿Cómo puede ser que los productos de higiene menstrual sigan gravados con el 10% de IVA como si no fueran productos de primera necesidad?

Como decía, la equidad menstrual ha pasado a ser objeto de debate y de acción política. Un año atrás, el Parlamento de Escocia aprobó la gratuidad de los productos de higiene para la menstruación. También la Generalitat de Catalunya está ultimando la Estrategia de Derechos Sexuales y Reproductivos, que tiene entre una de sus acciones la distribución de copas y productos menstruales reutilizables en los centros educativos. Además, una Iniciativa Legislativa Popular en curso en el País Valencià apuesta por la gratuidad de los productos de higiene menstrual sostenibles. Iniciativas, todas ellas, que rompen tabúes y significan avanzar en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, en sus derechos económicos y, a la vez, contribuyen a la lucha contra el cambio climático.

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