Otras miradas

La democracia paritaria

Laura Berja

Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Igualdad del Congreso. Diputada del PSOE por Jaén

Laura Berja

La democracia es una forma de organizar la participación política de manera que la calidad de la misma será mayor a medida que se incremente la representatividad de la ciudadanía y se reduzca la desigualdad entre las personas que habitan el país democrático. La participación de las mujeres en la democracia formal ha sido un camino de obstáculos fundamentalmente por la tradicional relegación de las mujeres al ámbito de lo privado y por la celosa ocupación del espacio político, económico y social que de este han hecho los varones.

La España democrática es ejemplo de avances sustanciales para corregir el desigual acceso de las mujeres a la participación en la totalidad del espacio público. La ley 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres supuso todo un hito legislativo para avanzar en la presencia equilibrada en muchos espacios. El incremento de la presencia de mujeres es un hecho constatable. En cuestiones de representación política, por ejemplo, el Congreso cuenta con 200 diputados (57,3%) y 149 diputadas (42,7%) y el Senado 159 senadores y 106 senadoras. Estas cifras sitúan a las Cortes Generales españolas entre las más paritarias de Europa y el mundo.

Sin embargo, los datos nos muestran también que pese a la incorporación progresiva de las mujeres a los ámbitos laborales o políticos vemos cómo se produce una segregación vertical que provoca que los ámbitos de decisión estén muy lejos de ser paritarios. La Comisión Nacional del Mercado de Valores publica cada año el Informe de Gobierno Corporativo. Según el mismo, en el año 2021, la presencia de mujeres en los consejos de administración experimentó un aumento hasta el 29,3% (26,1% en 2020), que llegó al 34,2% en el Ibex 35, datos favorables pero insuficientes. Los códigos de buenas prácticas cifraban en un 40% la presencia de mujeres para finales de 2022, objetivo claramente no conseguido. Si hablamos de consejeras ejecutivas los datos son muy claros, las consejeras ejecutivas ocupan un 6,4% de los puestos, por lo que la concentración del poder en los mismos es drásticamente desigual.

Los colegios profesionales también son un espacio donde la toma de decisiones se concentra entre los varones. En el ámbito sanitario, por ejemplo, de los diez Consejos de Colegios de Médicos que hay en España, ninguno está presidido por una mujer. Según FACME, siendo el 61% de los profesionales de la medicina mujeres, menos del 30% ostenta cargos.

Las cosas no cambian sólo por el transcurso del tiempo, las cosas se transforman con políticas públicas. Por eso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asumido el compromiso personal de involucrarse en corregir la desigualdad en la representación y en la toma de decisiones. El pasado martes se aprobó en Consejo de ministras y ministros el Anteproyecto de Ley Orgánica de representación paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, una ley ambiciosa que pretender convertirse en una nueva referencia legislativa de la historia de nuestra democracia.

Esta ley pretende llevar la igualdad entre mujeres y hombres a las listas electorales, el sector público estatal, sociedades cotizadas, grandes empresas y colegios profesionales. Así, y según las declaraciones de la vicepresidenta Nadia Calviño, "las sociedades cotizadas deberán asegurar que sus consejos de administración tengan al menos un 40% de consejeras antes de 1 de julio de 2024; en los puestos de alta dirección, deberán ajustar los procesos de selección para que se alcance ese objetivo". Además, esta norma será de aplicación a las grandes empresas no cotizadas. Y para corregir discriminación en la representatividad, deberá cumplirse la representación equilibrada en las juntas de gobierno de los colegios profesionales y en los tribunales, jurados de premios o reconocimientos públicos.

La conocida como "Ley de Paridad" también propone cambios en el espacio político puesto que recoge cambiar la Ley Electoral para que las candidaturas electorales tengan una composición paritaria mediante listas cremallera, es decir alternando uno y otro sexo. Esta medida lleva años implantada en el PSOE y ha posibilitado que el incremento de mujeres en parlamentos y ayuntamientos corra a cargo en gran medida de las socialistas. También hay reformas para la composición del Gobierno; ningún sexo tendrá una presencia inferior al 40% en el Consejo de Ministros y Ministras.

Si la representatividad es clave para la democracia, la paridad entre mujeres y hombres es una de las grandes herramientas para acercarse fielmente a ella. Está claro que el aspecto cuantitativo de la paridad no es el único imprescindible en democracia, sino que también es esencial la parte cualitativa. Es decir, el mismo trato para mujeres y hombres, que la política no nos lo ponga más difícil a las mujeres, que el mercado laboral nos dé iguales condiciones, que a la voz de las mujeres en la economía no se le baje el volumen.

La Ley de Paridad será una de las grandes leyes de esta legislatura y lo será gracias al compromiso feminista del Gobierno. Porque los socialistas y las socialistas en el Gobierno defendemos lo que pensamos, porque en democracia defender lo que piensas es el mayor ejercicio de honestidad política.

 

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