Otras miradas

Apoyar al feminismo según quien sea la víctima

Ana Bernal-Triviño

Periodista

Fotografía de archivo del expresidente argentino Alberto Fernández.- EFE/ Sofia Torres ARCHIVO
Fotografía de archivo del expresidente argentino Alberto Fernández.- EFE/ Sofia Torres ARCHIVO

"¿A qué hora empiezan las manifestaciones de las supuestas feministas en España y Argentina para defender a esta mujer?". Esta pregunta la lanzó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Junto a su frase, la noticia del caso de Fabiola Yáñez, la ex primera dama de Argentina, que ha denunciado por violencia de género al ex presidente Alberto Fernández. Días antes, compañeras feministas compartieron noticias de los textos violentos de Whatsapp e imágenes de los golpes. De hecho, él está ya imputado, con un escrito cargado de pruebas. El caso no tuvo gran repercusión en la prensa porque ya pueden imaginar que si pasan de las asesinadas de aquí, un caso de Argentina les pilla bastante lejos al resto. El pasotismo ante la violencia machista es universal. Ahora, solo un minuto. 

Vamos a otro tema. A los pocos días se publicó una noticia de una influencer de Onlyfans que va dejando sus bragas usadas entre el pan del Mercadona, una escultura o por donde le apetece. No es casualidad, sino el reflejo del machismo, que tanto en Twitter como en Instagram, las primeras respuestas en comentarios fueran: "¿Dónde están las asociaciones feministas para denunciar la humillación a todas las mujeres?"

A ver, ya. Esto cansa. Las feministas no son ni la policía, ni la justicia, ni Iron Man, ni Wonder Woman. Tampoco un servicio 24 horas, porque no somos un servicio, insisto, sino la defensa de un conjunto de derechos y principios para las mujeres. De hecho, ante la pregunta de Ayuso, podemos responder que justo porque existe el feminismo y porque las feministas lo defienden, mujeres como la ex primera dama de Argentina y otras tantas cuando lleguen a la justicia serán mejor comprendidas. Claro, eso si la justicia tiene perspectiva de género. 

Ayuso preguntaba a qué hora es la manifestación por Yáñez, a la que cualquier feminista defiende pues no apoyamos en función de una ideología. El feminismo es el primero que a lo largo de la historia, frente al rechazo de muchas mujeres conservadoras, ha tendido la mano para ayudarlas. Todas estamos igual de expuestas. Recuerden a la socialista Velasco en el caso Nevenka. No nos ha importado señalar a machistas de izquierda, de derecha o apolíticos. Incluso siendo vetadas en muchos espacios por ello.


A Ayuso, o a cualquier persona interesada, recordamos que el feminismo se manifiesta cada 25 de noviembre y cada 8 de marzo. Justo las fechas en las que las asociaciones feministas han escuchado de la presidenta de Madrid frases como: "¿Cuándo se celebra el día del hombre?", "la revolución feminista olvida al 50% de la población" o que el feminismo es "un ataque al hombre, a la familia, a la madre y a la maternidad". De verdad, que muchas asociaciones estarían encantadas de explicar a Ayuso que no es así. Asociaciones que tienen que hacer frente a diario al ninguneo de administraciones de todo signo político.

Pero, al margen, el 25 de cada mes se manifestaban asociaciones feministas en la Puerta del Sol. No sé si Ayuso se ha sumado alguna vez, al salir de la sede de la Comunidad. Esas mujeres se han manifestado por las asesinadas de cada mes. Mujeres que, a diferencia de la ex primera dama de Argentina, son anónimas sin apoyo. Algunas, sin minutos de silencio institucionales tras el boicot de Vox, partido negacionista con el que el Partido Popular llega a acuerdos. 


Quizás Ayuso se perdió otra concentración. La de las trabajadoras contra la violencia de género del Ayuntamiento de Madrid, hace poco, denunciando la saturación del servicio. Hay que agradecer a Ayuso que haya amplificado dar a conocer este caso. Lástima que con Plácido Domingo, donde él aceptó "toda la responsabilidad" ante las denuncias de acoso sexual, esas víctimas no tuvieran igual apoyo. Por cierto, Ayuso puede investigar que si poco se ha difundido el caso de Fabiola Yáñez, la vida será peor ahora para las maltratadas argentinas desde la llegada de Javier Milei, al que reconoció con una Medalla de la Comunidad de Madrid. Él mismo ha eliminado el Ministerio de Igualdad, niega la violencia de género, la brecha salarial o el aborto. Eso sí, como buen neoliberal no feminista apoya los vientres de alquiler y la prostitución. 

Por otro lado, sobre la que se quita las bragas, entenderán que el feminismo va a lo importante. Lástima que los asesinatos, violaciones diarias y asuntos cruciales para nosotras tengan mucha menos repercusión. Por cierto, sobre el tema de OnlyFans y lo que promueve, el feminismo ya se ha pronunciado, y la respuesta ha sido tacharlas de mojigatas. Claro, porque estropeamos el negocio.

Las feministas estamos aquí, esperando a que nos escuchen y nos comprendan. Nos sostenemos y mantenemos, como en una cadena de relevo entre generaciones, tirando una de la otra cuando está agotada de escuchar tanta bobería mientras nos machacan por todos lados. Esperemos que en las próximas manifestaciones, quienes tienen tanto interés, se sumen sin condicionantes. Sabemos que a derecha e izquierda, mujeres y hombres callan cuando el agresor es uno de los suyos. Y a las feministas se las ha penalizado mucho por señalarlo. Ojalá un día arrimen el hombro sin instrumentalizar a sus víctimas. Ahora, no nos vengan a patalear cuando no dan ejemplo.

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