Otras miradas

Volver sin claudicar

Silvia Nanclares

Volver sin claudicarImagen: Javier Campano / De su catálogo El ojo errante (1977-88)

Bajé a por el pan y, al volver, Elon Musk nos había okupado el algoritmo. Lo que fue una red social querida donde acampamos hace más de una década, donde encontramos conocimiento, amigas, organización y muchas risas, ha dejado de ser nuestra casa. 🔴 ÚLTIMA HORA: Bajé a por leche y Noel y Liam habían okupado el fin de brit pop entonando un morirse por volver. La cuestión acuciante y compartida de estos días es que hay que volver. Pero, ¿adónde y cómo? El reto es cómo volver sin claudicar, ya lo decía Marina Garcés en Ciudad Princesa

🔴 ÚLTIMA HORA: Almeida ha condenado a muerte con una cruz a varias decenas de árboles más. La Comunidad de Madrid le allana la faena a golpe eliminando la obligación de plantar un nuevo árbol por cada uno arrancado o talado. JLo se ha personado con un vestido negro en un juzgado de Los Ángeles para volver a dejar a Ben. 🔴 ÚLTIMA HORA: Un juez delira con acabar con el anonimato en redes obviando que son los medios y las plataformas quienes difunden los bulos. Francia sí que quiere procesar al dueño de Telegram pero ‘por no colaborar con la justicia’. Musk, Durov y Zuckerberg, criptobros a la cabeza de redes. Latre, Broncano y Motos, presentadores en la televisión lineal. Apago un momento para bajar a por cerveza y al volver la heredera a la corona nos ha okupado un barco para hacer cosplay mientras fuera se hacen apuestas por ver quién de sus compañeros será el primer rey consorte. 🔴 ÚLTIMA HORA: Tu papelería de confianza de la calle ahora es una VUT. El emoji de OK en WhatsApp es un signo pasivo agresivo, una marca de edad. Un grupo de señoras y críos buscaba sombra sin éxito a todo lo largo y ancho de la Puerta del Sol. Tal vez por solidaridad o por miedo, un ficus centenario termina de morir en Sevilla. 🔴 ÚLTIMA HORA : Sally Rooney publica nueva novela. Las elecciones en Turingia hacen que Alemania retroceda noventa años. Pedro ha comprado el marco del infierno de la inmigración irregular. Feijoó el de las deportaciones masivas. Las inundaciones llenan de peces muertos la ciudad griega de Volos. El otro Pedro (Almodóvar) lanza un teaser y tú sueñas con que sus pelis vuelvan a tener alma. 🔴 ÚLTIMA HORA: A las mujeres afganas ahora se les penaliza hasta emitir voz. Julianne Moore se enamora de El Corte Inglés. Un periodista usa el verbo copular para designar una práctica sexual que no concibe en una crónica sobre cruising. El ejército israelí avanza sobre Cisjordania. 

🔴 ÚLTIMA HORA : Anuel AA ‘endorsa’ colonialmente a Trump. Los imitadores de Llados lanzan listas de cómo debe ser una buena novia. Pistas: lo más parecido a una tradwife y en las antípodas del verde ácido brat. Bombas planeadoras rusas devastan el este de Ucrania. La AEMET amenaza con el otoño más cálido de la historia. Imágenes de restos de cadáveres de niños de Gaza distribuidos en bolsas con la complicidad de la bienpensante Europa te obligan a deslizar el pulgar más rápido sobre la pantalla. Kamala Harris salta definitivamente del banquillo en lugar de Biden y AOC insinua que, si ganan, su colaboración necesaria con el genocidio siempre será más flojita que la que sería la de Trump. ¡BUM! 

🔴 ÚLTIMA HORA: Parte de la prensa empatiza con el destino de un pobre descuartizador confeso. Algunas columnas flotan en el pozo infinito de los McGuffins del verano. Joan Roig se fuma un puro en Valencia a costa de una campaña con piña. Neil Gaiman ha resultado ser un depredador sexual, se ha estado valiendo durante años de su poder para abusar de fans y empleadas. Una onda tropical dejará lluvias intensas en el Sahara. 

Argh. Aparta el móvil a un lado. Respira. Pienso en que va a hacer un año del estreno de La Mesías, cuyo impacto duró, qué, ¿semanas, meses?, a pesar de que generó artículos, podcasts y conversaciones que consumimos ávidamente, con la conveniente rapidez de la deglución cultural digital humana, que, junto con el pulgar oponible sobre pantalla, es la cualidad más evolucionada del humano digitalis. Por ejemplo, ¿quién se acuerda de Saltburn? ¿Fue esta primavera cuando bailábamos Murder on the dancefloor o la anterior? El déficit de atención estructural nos desmoviliza a base de puro empacho de 🔴 ÚLTIMA HORA. La sustitución de esta representación mediada, vertical y scrolleable de la realidad genera una neblina mental proclive al desaliento. Y al fascismo. Ya se acabó el activismo aquí. Solo queda la adicción, nuestras respectivas y necesarias microdosis diarias de dopamina. 

Va. Déjalo a un lado. Habrá que coger el martes por los cuernos, hacernos y hacer creer que las vacaciones, por breves que hayan sido, nos renovaron las ganas. Convencernos de que tendremos energía para todo, fingir que ni el regreso al trabajo –quién lo tenga– ni la operación vuelta al cole nos dejarán sin fuerzas y sin dinero al final de esta primera semana. Y entonces, volviendo a casa en metro, 🔴 ÚLTIMA HORA: sacaremos el móvil, y volveremos a caer en este placer culpable, rompiendo el primero de los buenos propósitos del curso: menos móvil, más amigos, más moverse. ¿Te acuerdas? Dormir y comer mejor. Volver a casa paseando. Afiliarte a un sindicato, bajar a la asamblea del barrio, robustecer las amistades y relaciones de vecindad que puedan parar los pogromos cuando lleguen a tu calle. Hacer nuestra parte. Llego a casa y bajo otra vez a por el pan, a ver si de una vez me la okupan antes que el miedo. O al menos hacerle huelga de usuaria a un señor que sueña con okuparnos la luna a costa de hacer la Tierra invivible. Y cuyo principal objetivo es seguir apuntalando un marco al ya es casi imposible volver sin claudicar.

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