Otras miradas

¿Normalización de tipos de interés ante la mayor subida en 40 años?

Patricia Suárez

Presidenta de ASUFIN

Sede del Banco Central Europeo (BCE), en Frankfurt. -REUTERS/Wolfgang Rattay
Sede del Banco Central Europeo (BCE), en Frankfurt. -REUTERS/Wolfgang Rattay

Se descolgó Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, la semana pasada, con la afirmación de que las subidas de tipos aplicadas no obedecen sino a la normalización de los mismos. ¿Cómo puede tildar de normal la mayor subida, por su acelerada rapidez, en 40 años? ¿Cómo puede tildar de normal que el Euribor pase del -0,5% al 2,6% en apenas seis meses? Muchos expertos ya vaticinan que alcanzaremos el 5%. Un tsunami que amenaza la estabilidad de muchas familias a las que equilibrar sus finanzas domésticas ya venía costando un notable esfuerzo por la implacable inflación.

Desde luego que no compartimos tal afirmación, como la también extendida por parte del sector de que el incremento de los tipos de interés no beneficia a la banca. ¿Cómo si no se explican los resultados cosechados, no ahí también, como en las eléctricas, beneficios caídos del cielo? Las cifras son contundentes: las seis entidades cotizadas del país —Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja- ganaron 5.863 millones en los primeros nueve meses del año, un 31% más que hasta septiembre del ejercicio anterior (4.475 millones).

En las palabras de Lagarde vemos una suerte de paraguas de protección del BCE cuando no un claro posicionamiento a favor de los bancos. Al mismo tiempo, seguimos echando en falta la iniciativa necesaria para poner en marcha medidas de alivio para las familias.

Y ojo, no hablamos sólo de atender a las unidades familiares más vulnerables. También tenemos que asistir a unas clases medias que han aguantado estoicamente los envites de las sucesivas crisis, el zarpazo de la pandemia y ahora se enfrenta a esta triple amenaza formada por inflación, subida de tipos y crisis enérgica.

Eso sí, nos permitimos ser algo optimistas al escuchar el cambio de discurso que opera en el Ejecutivo, con las dos vicepresidentas, primera y segunda, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, refiriéndose ambas a la necesidad de velar por la salud financiera de las clases medias, algo en lo que ASUFIN viene insistiendo desde hace años.

No podemos permitir que familias con hipotecas, buenas pagadoras, auténticas sostenedoras de la economía del país, caigan en el riesgo de impago.

Por eso se hacen urgentes las medidas de alivio financiero prometidas por unos y otros, apuntadas a vuela pluma por unos y otros, pero no concretadas ni comprometidas finalmente ni por unos ni por otros.

Desde ASUFIN hemos apostado por moratorias con condiciones razonables y que beneficien a una generalidad de clientes, de manera similar a como se hizo durante los peores meses del confinamiento. También por una negociación con los clientes basada en las buenas prácticas, que facilite cambios de hipoteca a tipos fijos sin que éstos supongan cláusulas suelo encubiertas (superiores al 3%, llegando a aplicarse 4% y 5%, lo que nos parece una barbaridad). En suma, aportar por un cliente buen pagador, en su amplia mayoría, al que ha sorprendido una subida de tipos de vértigo que bajo ninguna circunstancia puede ser tildada de normal o asumible. Porque si el BCE ha protegido la capacidad de financiación de la banca, en justa proporción tenemos que proteger la integridad de unas economías de pequeña escala que garantizan la salud financiera de nuestras familias.

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