Otras miradas

La concordia de los monstruos

Alberto Ibáñez i Mezquita

Diputado en el Congreso de los Diputados por Compromís-Sumar

La concordia de los monstruos
(I-D) El diputado PP y vicepresidente primero de las Corts Valencianes, Alfredo Castelló; el diputado del PP Víctor Soler, y la presidenta de las Cortes de Valencia, Llanos Massó, el pasado 20 de septiembre de 2023. / Europa Press - Rober Solsona

Admito mi ilusión de participar desde el escaño en la posibilidad de un nuevo mundo. Pero, también tengo escalofríos de ver como en mi país, entre los claroscuros de lo que tarda en morir el viejo mundo, ganan los monstruos.

Mientras, celebramos la normalidad y la alegría de poder hablar en el Congreso en valenciano y en el resto de lenguas del Estado, en la Generalitat Valenciana se esfuerzan en negar la ciencia y validar idiomas inventados o en cambiar el nombre de la ciudad de València.

Al mismo tiempo que en el Congreso preparamos una negociación de gobierno que permita avanzar en una fiscalidad más justa que equipare, al menos (y mejor), la misma presión impositiva a un rentista que a una trabajadora, a una multinacional que a una pequeña PYME, en la Generalitat, y en el resto de gobiernos ultras del Estado, se apresuran a perdonar impuestos a los más ricos, y preparan los presupuestos locales y autonómicos del 2024, que, como en el pasado, estarán basados en la política de recortes del neoliberalismo.

Frente a eso, los partidos progresistas preparamos avanzar en políticas igualitarias más expansivas que protejan y hagan fuerte el Estado de Bienestar, porque no olvidemos que un país es rico por su educación pública, por su sanidad universal y por asegurar una protección a los más vulnerables.

En este sentido, vemos como por primera vez la Fiscalía del Estado apoya a las víctimas de la dictadura y a las entidades memorialísticas y demócratas tras años de lucha, como la del compañero del PSUC, Carles Vallejo, en Elx. El gobierno ultra modifica una actuación urbanística para rescatar de su demolición una cruz a los caídos por el odio, y su alcalde, el señor Ruz, del PP, defiende su actuación como una apuesta por la concordia. Pero que no se olvide el señor Ruz que esto es una humillación más a las víctimas de los fundadores de su partido.

Si el señor Ruz quiere concordia, le propongo que trabajemos en abolir la pobreza, ya que Elx concentra tres de los diez barrios más empobrecidos de España. Le propongo que indulte de su demolición a los carriles bici y se una a defender el derecho a la vida que es lo que estos persiguen. Le propongo que no se abrace a los monstruos que recorrieron Europa el siglo pasado y acepte la pluralidad democrática. Le propongo que apueste por el futuro y por el progreso señor Ruz, que cumpla la ley porque la memoria histórica no trata de reabrir las heridas, sino de cerrarlas.

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