Otras miradas

Nuestra salud a votación: por la prohibición del glifosato en la UE

Júlia Boada Danés

Diputada por Sumar En Comú Podem

Mar González

Portavoz de Verdes Equo en el Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar

Nuestra salud a votación: por la prohibición del glifosato en la UE
Envases del herbicida Roundup, de Monsanto, que contiene glifosato. REUTERS/Benoit Tessier

La palabra glifosato se ha colado en los últimos meses en los medios de comunicación debido a que la Comisión Europea ha propuesto alargar su uso por diez años más, en vez de acabar con su utilización este mes de diciembre en toda la Unión Europea. El glifosato, también conocido por su marca comercial como RoundUp, es un herbicida no selectivo, que se usa para matar las "malas yerbas", tanto de las ciudades, como las del campo. Es el más utilizado en todo el mundo y genera millones de ingresos.

En 2017 se presentó una Iniciativa Ciudadana Europea para la prohibición del glifosato y la "protección de las personas y el medio ambiente frente a los pesticidas tóxicos", que reunió más de un millón de firmas en cinco meses. Y es que el glifosato es un pesticida químico tóxico y "probablemente cancerígeno para los humanos", como lo clasificó la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, que forma parte de la Organización Mundial de la Salud, en 2015.

Son muchos los estudios que afirman que el glifosato no es una sustancia benigna, y que, además, conlleva consecuencias ecológicas extremadamente significativas, provocando la caída de la biodiversidad al repercutir en organismos beneficios para garantizar la fertilidad y la productividad de los suelos como son los polinizadores o los depredadores de plagas de insectos. Otras evidencias científicas afirman que el glifosato repercute negativamente en la calidad de nuestros recursos hídricos y pone en peligro los ecosistemas acuáticos tal y como concluye el informe Glifosato y AMPA en aguas continentales, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológoca y el Reto Demográfico, publicado en julio de 2023: "dadas las grandes cantidades vertidas de esta sustancia como los resultados de los muestreos indican que el glifosato puede suponer un riesgo tanto en aguas superficiales como subterráneas, por lo que es preciso garantizar el control de este herbicida en toda España". Con la situación de escasez de agua que tenemos en la actualidad, si además, la contaminamos, tendremos poca y de mala calidad.

De hecho, centenares de municipios del Estado Español han aprobado mociones en los plenos de los ayuntamientos para la prohibición del uso del glifosato para el mantenimiento de espacios de uso público (parques, jardines, carreteras, etc) y poner en práctica alternativas menos tóxicas, promoviendo la jardinería ecológica, una práctica mucho más respetuosa con la regeneración de suelos y que no supone un riesgo para la salud. La Ciencia ha avanzado mucho desde que en 1974 Monsanto empezara a comercializar este herbicida, hay que evolucionar en paralelo con la emergencia climática que ya supone una merma en la biodiversidad y en la salud de las personas. La prohibición del glifosato no es puramente una cuestión mbientalista, es una cuestión de salud pública.

Este viernes hay una primera votación al respecto en el Comité de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos.  Si el glifosato no es benigno para la salud humana, daña a nuestros ecosistemas y a la biodiversidad, y hay alternativas a los herbicidas químicos como son las técnicas de agricultura ecológica, ¿por qué los estados miembros de la Unión Europea deberían votar a favor de extender 10 años más el uso del glifosato? ¿Qué votará el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación? En Sumar, lo tenemos claro: debemos acabar con los pesticidas tóxicos para protegernos a nosotras y al medio ambiente. Debemos articular una transición verde justa en nuestro país que no deje a nadie atrás. Hay que exigir responsabilidad y coherencia frente a los retos del presente y abrir una ventana de oportunidad para un futuro más sano.

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