Punto y seguido

Israel no está del lado de Estados Unidos en la "crisis de Ucrania"

Israel no está del lado de Estados Unidos en la "crisis de Ucrania"
El presidente ruso, Vladimir Putin (derecha), habla con el primer ministro israelí, Naftali Bennett, durante su reunión en Sochi, el 22 de octubre de 2021.
Yevgeny BIYATOV / Sputnik / AFP

Otra prueba de que el esquema de bloques de la Guerra Fría, de aquel mundo divido entre el capitalismo y el socialismo, se rompió con el final de la Unión Soviética es que Israel, el aliado más leal de EEUU, se mantiene imparcial en el conflicto entre Ucrania-OTAN y Rusia.

En este tablero de ajedrez y con cambiantes y dinámicas alianzas, los intereses particulares del país asiático y sus buenas relaciones con Rusia y Ucrania le han colocado en una posición bastante compleja.

Cada semana decenas de vuelos comunican las capitales de los tres estados. Además de amplias relaciones comerciales, en Ucrania y Rusia viven cientos de miles de judíos y en Israel cerca de un millón de rusos y ucranianos miran con nerviosismo lo que sucede a casi a 2.000 kilómetros de distancia. Israel ya ha organizado los preparativos de una posible evacuación de los judíos de Ucrania -unas 50.000 personas-, bajo la Ley de Retorno, o, en su defecto, proporcionarles refugio y productos básicos a aquellos que no quieran o no puedan abandonar Ucrania si al final hay guerra. Las religiones abrahámicas comparten con los nacionalismos su mirada "tribal" del ser humano: sólo se preocupen por sus leales.

Más allá de las cuestiones humanas, carentes de importancia en las guerras, un conflicto bélico de tal envergadura, si llega a producirse y aunque no provoque una Tercera Guerra Mundial, marcará el mundo con su "efecto de mariposa", especialmente en Oriente Próximo, espacio donde numerosas crisis latentes pueden convertirse en cualquier momento en guerras incontrolables.

Para la desgracia de Israel y la felicidad de Irán, la crisis de Ucrania ha desviado la atención mundial de lo que había sido hasta hace unas semanas el principal desafío de las potencias mundiales: llegar a un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear en las conversaciones de Viena, pendiente de un acuerdo que no llega.

Antes de iniciar una guerra, EEUU no tendrá otro remedio que levantar parte de las sanciones sobre el petróleo y gas iraní, si no quiere la rebelión de sus aliados europeos, que no soportarían, en medio de la crisis económica, una subida brutal de los precios de los hidrocarburos, algo que va en contra de los intereses de su pequeño y poderoso aliado.

Los vínculos de Tel Aviv con Kiev

- Ucrania alberga uno de los campos de exterminio nazis, el Babi Yar, donde cerca de 100.000 personas fueron asesinadas por los nazis durante la Operación Barbarroja, entre ellas judíos, romaníes, comunistas, o prisioneros de guerra. El barranco es uno de los lugares visitados por los líderes israelíes, aunque aquellas víctimas formaron parte de los 20 millones de ciudadanos de la Unión Soviética que perdieron la vida en la lucha contra el fascismo.

- El actual presidente del país eslavo, el actor Volodymyr Zelenskyy, es judío, quien además ha reconocido a Jerusalén como la "única capital" de Israel.

- Ucrania es de los pocos países en establecer un Acuerdo de Libre Comercio con Israel.

- Decenas de empresas tecnológicas israelíes (como Playtika o Plarium) se han instalado en el país eslavo, y emplean a unos 5.000 profesionales por su alta cualificación y bajos sueldos.

La importancia de Rusia para Israel

- La evidente decadencia de Estados Unidos en Oriente Próximo y la erosión de su imagen ante el mundo (sin menospreciar que aún cuenta con bases militares en Irak, Siria, Jordania, Arabia Saudita, Kuwait, Bahréin, Qatar, Afganistan, Emiratos Árabe Unidos, Omán y Turquía), va en paralelo al aumento de la influencia de Rusia, la única potencia mundial que, junto a China, tiene buenas relaciones con todos los estados de la región. Además, nadie en el Kremlin había mostrado tanta simpatía hacia Israel como Vladimir Putin. Netanyahu fue invitado de honor (y con la masacre de los palestinos de trasfondo) a la conmemoración del 73 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. La URSS sí había cortado sus relaciones con Israel después de la guerra del 1967.

- Un aumento de las sanciones de EEUU y Europa sobre Rusia perjudicaría a Israel: tendrá más motivos para saltarse el embargo de Occidente sobre Irán acercando a los dos repudiados de EEUU como sucedió en 2014 con Turquía, cuando el país de la OTAN fue castigado por la compra de armas rusas. Y otro dato que podrá cambiar la geografía de los gaseoductos: si hay embargo sobre el gas ruso, el Kremlin podrá rescatar el proyecto diseñado hace décadas de transportar su gas atravesando Irán o Asia Central para llegar al Golfo Pérsico y satisfacer así a sus clientes en todo el mundo.

- Rusia, que controla el espacio aéreo de Siria, desde 2015 está autorizando a Israel a violar este país para bombardear las posiciones de Irán. El último, el 28 de diciembre, cuando los cohetes israelíes atacaron un complejo de contenedores en el puerto de Latakia, que también es la sede de la base naval rusa.

- Dado que Rusia es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y parte de las conversaciones nucleares de Viena con Irán, mantener buenas relaciones con Kremlin es primordial para Israel.

El mundo, un mercado persa

Un quid pro quo es uno de los principios de la diplomacia, donde todo tiene un precio. Veamos:

En la agenda israelí Irán es la prioridad, que no Ucrania. Mientras lo que preocupa a los rusos es su seguridad en las fronteras terrestres que comparte con nada menos que 14 estados e Irán no es uno de ellos. Para la teocracia islámica, Rusia es un "enemigo del enemigo" que no un aliado, tanto por la memoria de la ocupación del Cáucaso sur iraní en el s. XIX, como por el odio inherente del clero hacia el socialismo cuando Rusia fue la Unión Soviética. Según un audio filtrado del ex ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif, en las negociaciones nucleares con Occidente, Moscú entorpecía en el levantamiento de las sanciones y la normalización de las relaciones de Irán con Europa.

Teherán ha rechazado la propuesta del canciller Sergie Lavrov de un acuerdo provisional con EEUU ahora que las negociaciones se han estancado. La foto del jefe negociador de Estados Unidos en Viena, Robert Malley, hablando con su homólogo ruso, Mikhail Ulyanov, fue otra prueba para la prensa antirrusa iraní de la "conspiración" conjunta de las potencias contra el islam, publicada al lado de la petición del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a Rusia a que utilice su influencia sobre Teherán para que firme el acuerdo nuclear a medida de los intereses de Washington.

Algo que el Kremlin no lo hará porque: 1) Irán, potencialmente, es un gran rival energético, y 2) teme que tras el levantamiento de las sanciones Teherán se acerque a Occidente, que fue lo que hizo exactamente después de la firma del acuerdo nuclear de 2015 con el presidente Obama: entregó las primeras licitaciones en los sectores estratégicos a las compañías estadounidenses y europeas. Moscú y Beijín ven cómo los islamistas les dedican una sonrisa mientras tienen prisa por reanudar las relaciones con EEUU y Europa.

Que el propio ayatolá Jemenei, el máximo poder de la República Islámica, haya ordenado al equipo negociador iraní cruzar la línea roja que él mismo había establecido y negociar directamente con EEUU confirma además otra realidad: ser el único país del mundo sin tener relaciones diplomáticas (que no significa no "sometimiento") con la primera superpotencia del mundo ya perjudica la propia existencia de la teocracia. Una posición que no significaría una traición al lema "ni Oriente ni Occidente" de 1979, puesto que al "Oriente" se refería al campo socialista representado por la URSS que no a Rusia, y en cuanto al "Occidente" solo se refería a EEUU mientras los ayatolás han mantenido buenas relaciones con Francia, Reino Unido o Alemania, y otros países imperialistas. De hecho, salvo EEUU, el resto de los países de la OTAN tienen representación diplomática en Teherán.

- Rusia puede darse el lujo de alargar las conversaciones de Viena, hasta sacar alguna ventaja equiparable a EEUU, incluso desde los canales israelíes: como abrir el mercado iraní a Occidente a cambio de dejar a Ucrania fuera de la OTAN.

- En 2014, Moscú impidió la venta de drones israelíes a Ucrania, a cambio canceló el contrato de la venta de los sistemas S-300 a Irán, comprado en 2007 por 800 millones de dólares. Es el mismo año que los hebreos no respaldaron la resolución de la ONU que condenaba a Moscú por la "Cuestión de Crimea". Fue la amenaza iraní de llevar a Rusia ante la Corte Internacional de Arbitraje de Ginebra y pedirle 4 mil millones de dólares de indemnización que obligaron a Moscú a cumplir la transacción.

La cautela israelí

Con el objetivo de no perder a su gran aliado ruso, Tel Aviv ha declinado la solicitud de compra de equipamiento militar por Ucrania o Georgia. Y no es para menos: en respuesta a la participación de Israel en las maniobras Sea Breeze-2021d de junio pasado de la OTAN, con más de 5 mil militares de 32 países en el Mar negro, siendo la más grande en 20 años, en enero de 2022, Rusia y Siria realizaron unos ejercicios conjuntos con las cazas Sukhoi Su-34 y Mikoyan MiG-29 sobre los Altos del Golán y el río Éufrates, recordando al pequeño aliado de EEUU que es Rusia quien controla el espacio aéreo de Siria, y quien hasta hoy ha dejado que los drones israelíes atacasen las posiciones de Irán en el país árabe-kurdo.

Aunque, la posición de Israel carece de relevancia para la guerra contra la Federación Rusa diseñada por el Pentágono desde hace años, esta imparcialidad puede cambiar si la crisis se agudiza. Pues, Israel es el guardián de los intereses de Washington, y un país completamente dependiente de EEUU quien por 14 buenos motivos apoya a Israel de forma incondicional. Ha sido bajo la presión de la Casa Blanca que Israel ha denegado a China las licitaciones para el nuevo sistema de tren de Línea Verde y Púrpura, uno de los proyectos de infraestructura más grandes en la historia de Israel. Seguramente, la crisis de Ucrania no impedirá un acuerdo nuclear con Irán, pero los 5+1 se verán obligados de aflojar la soga alrededor del cuello de los iraníes, aunque disguste a Tel Aviv.

Y otro dato más a tener en cuenta: mientras el humo de Ucrania hace de cortina para ocultar la tragedia palestina bajo el colonialismo israelí, el aumento imparable de la represión, de los asentamientos ilegales, de la pobreza y sufrimiento de este pueblo, también puede engañar a los propios israelíes, que nunca entendieron la lógica de los vasos comunicantes: este abuso de la opresión podrá reactivar las acciones partisanas de los palestinos a gran escala conta la ocupación.

La actual crisis se desactivará en vez de solucionarse, como sucedía durante la Guerra Fría, lo cual es suficiente para que Rusia lo considere otro paso para acabar con el orden global unilateral establecido por EEUU, algo que no beneficia precisamente a Israel.

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