Punto y seguido

La OTAN, responsable directa de la "calamidad de proporciones épicas" de Libia

Un hombre sentado frente a su casa destruida en Derna, Libia. -AHMED GABER / Europa Press
Un hombre sentado frente a su casa destruida en Derna, Libia. -AHMED GABER / Europa Press

Sucedió en un gafado 11 de septiembre. El mismo huracán Daniel que días antes pasó por Grecia, Turquía y Bulgaria, sin causar grandes pérdidas humanas, sepultó parte de Libia con sus habitantes bajo el lodo, y arrastró a miles de vidas a las aguas del Mediterráneo. El alcalde de Derna habla de al menos 20.000 niños, ancianos, hombres y mujeres muertos, 10.000  (y se dice pronto) desaparecidos y 35.000 desplazados.

Que, durante varios días, los medios de comunicación occidentales ni reflejaran la noticia de una tragedia de tales dimensiones es digno de investigación: fueron días cruciales que podrán reclutar la opinión pública mundial para enviar equipos de rescate. La caótica distribución de pocas ayudas que llegan a las zonas afectadas se mezcla con el insoportable dolor de la pérdida de los seres queridos, el hogar, el trabajo y la esperanza de vivir una vida normal de un pueblo ya traumatizado por 12 años de la guerra y los conflictos patrocinados por las potencias extranjeras.

Estas familias se unen a los 1,4 millones de personas que ya habían huido por las peleas de diferentes bandas armadas que disputan el poder, y las más 800.000 personas que ya necesitaban ayuda humanitaria.

Los libios ni podrán pasar página: no hay Estado que recoja los cadáveres de las personas y animales (que contaminan sobre todo el agua), atender a los heridos, realojar a los damnificados, cubrir sus primeras necesidades, ni qué decir localizar las minas terrestres que habían sido mapeadas y con la tormenta se han esparcido por doquier.


Cuatro factores detrás de la tragedia

Lo sucedido tiene dos motivos principales y dos secundarios:

  1. El desmantelamiento del Estado libio en 2011 por la OTAN. Nada más anunciar la intención de la OTAN de agredir a Libia, para "liberar al pueblo de la dictadura" de Gadafi, denunciamos esta farsa cuyo principal objetivo era convertir Libia en un Estado Fallido, para conseguir los siete objetivos que el Pentágono se había marcado en la Operación Amanecer de la Odisea, masacrando al pueblo y al jefe de su Estado. En septiembre de 2016, la Cámara de los Comunes de Reino Unido (¡dormida durante cinco años!) reprochó a David Cameron por la agresión militar en Libia y un "cambio de régimen" que no estaba en los planes del país y no hacer nada por reconstruirlo. Pero, él y otros implicados en aquellos asesinatos en masa andan libres y ningún tribunal local o internacional los ha reclamado. Fue otro "timo de la guerra humanitaria" como la de Yugoslavia.

Durante 6 meses, la OTAN realizó 8.000 bombardeos, lanzando 30.000 bombas sobre la nación libia, masacrando al menos 50.000 personas. Entre estos crímenes de guerra, destruyó viviendas, hospitales, puentes, colegios, y otras infraestructuras civiles del país, como el sistema de riego del Gran Río Artificial, que abastecía el agua al norte de Libia. ¿Por qué lo hizo?

a) A pesar de que Moammar al Gadafi, durante la existencia de la Unión Soviética, con su apoyo, representó una de las dictaduras independientes más desarrolladas (y condenadas al fracaso) de África, tras la desaparición de la superpotencia socialista se acercó a Occidente (¡regaló un caballo de dos millones de euros al español Jose María Aznar, y patrocinó la campaña electoral del francés Nicolas Sarkozi con en 2007 con 65 millones de dólares!), era demasiado imprevisible y poderoso para que Washington pudiese tratarle como un títere más. Que a EEUU le fuera imposible organizar un golpe de Estado por el ejército libio para derrocar al único hombre fuerte del país, les condujo al plan de convertirlo en un Estado Fallido, un territorio donde poder operar en África desde este país estratégico. Esta fue la primera agresión militar de la OTAN en África.


b) El temor de EEUU a que el proyecto de Gadafi de impulsar un Fondo Monetario y una moneda africanos, perjudicara al dólar y al euro mantuvo bloqueado los 150.000 millones de dólares y 144 toneladas de oro libios en los bancos occidentales.

c) La caída de Mubarak en Egipto y de Bin Alí en Túnez generó en EEUU el temor de perder a Libia, la principal reserva de petróleo de África, donde sus rivales, Francia e Italia, ya tenían una posición consolidada. Así, Washington controlaría el petróleo libio (como el de Irak) e impondría su voluntad a la OPEP, regulando la cantidad y el precio del mismo en el mercado. Y Washington sigue expulsando a Europa de África.

d) Desalojar a China de Libia: unas 70 empresas chinas trabajaban en el sector de la construcción de puentes, infraestructuras de transporte y gasoductos. Después, fueron las compañías europeas, como Alcatel-Lucent o Total, que ocuparon este mercado.

e) Otanizar el Mediterráneo. Éste también ha sido uno de los motivos de la guerra contra Siria, los dos Estados que, junto con Argelia, no eran muy amigos del Pentágono. En ambos países, EEUU armó a diferentes grupos terroristas yihadistas (como el Grupo Libio de Lucha Islámica de Abdelhakim Bekhadj) y tribales, así como a los bandidos dirigidos por el agente de la CIA Khalifa Haftar.

f) Instalar en Libia al Comando de EEUU para África (AFRICOM), el único de los siete que posee para controlar el mundo, que no está en su continente (sino en Alemania).

Tras el magnicidio dirigido por la criminal de guerra Hilary Clinton (y una de los patrocinadores del Yihadismo), Libia se desintegró en pedazos, disputados por una docena de países, en guerra entre sí. Donde EEUU ha intervenido en los últimos 45 años, ha destruido estados (semi) laicos para convertirlos en dictaduras religiosas, para que la Santa Alianza garantizara el desarrollo del capitalismo más exacerbado: Irak, Afganistán, Irán, parte de Libia y Siria.

  1. La mala gestión de las infraestructuras durante el mandato de Gadafi (1969-2011). En vez de crear un Estado moderno, mantuvo la estructura feudal del país, impidiendo uno federal, para ganar el apoyo de los lideres tribales que se "encargaban" de estas construcciones, en un país sin el control del pueblo sobre el poder. La megalomanía de hacer cosas grandes, aunque fueran chapuzas, es uno de los rasgos de los individuos narcisista.
  2. La existencia de dos seudo-gobiernos corruptos e incompetentes como gestores del país: las Fuerzas de Liberación de Libia del general Khalifa Haftar, apoyadas por Francia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Arabia Saudí, y el Gobierno de Unidad Nacional liderado por Abdul Hamid Dbeibé, patrocinado por la ONU, Qatar, Italia y Turquía (con este mapa, los creadores del "Occidente" y "Oriente" geopolítico ¡se tirarán de los pelos!). Los ingentes ingresos del petróleo gracias a una producción de1.2 millones de barriles por día, en buena parte van a las cuentas personales de las mafias organizadas o a la compra de armas.

- Durante 12 años, no ha habido una reconstrucción ni mantenimiento de las infraestructuras del país. La ciudad de 100.000 habitantes de Derna, por ejemplo, no tenía ni un hospital. Los 2 millones de dólares destinados del bolsillo de la gente en 2012 a reparar las presas que protegía esta ciudad - construidas en la década de 1970- , se han esfumado por los hombres de profesión terroristas de la Libia democrática.

- Las autoridades incompetentes e indoctas, que ni tenían equipos de emergencia, ni un sistema de alerta eficaz de defensa civil, no sólo no prepararon a los ciudadanos mientras la tormenta se acercaba, sino que les pidieron permanecer en sus casas, en vez de evacuarlos.

  1. El cambio climático, el aumento de la temperatura del mediterráneo, que no preocupa ni a los amos del mundo bien resguardados en sus mansiones.

Nuevo plan de EEUU

Unificar a ambos "gobiernos" para poder sacar provecho de esta destrucción, y sobre todo instalar a AFRICOM. El 2 de marzo pasado, el general Michael Langley se reunió con la delegación militar libia, los generales Haddad y Nadhuri durante la Conferencia de jefes de Defensa de África en Roma para debatir la situación. También el director de la CIA Bill Burns fue al país para hablar con ambos "gobiernos". La visita de la principal diplomática del Departamento de Estado para Oriente Medio Barbara Leaf fue sólo a este país para estudiar cómo expulsar al Grupo Wagner de Libia y sus vecinos.

La desgracia del pueblo libio y otros no es sólo la ausencia de un movimiento antimilitarista, sino que incluso parte de las fuerzas progresistas apoyan las guerras, -siempre devastadoras sobre todo para los sectores más desfavorecidos del pueblo-, en nombre de la paz y el progreso. Los complejos industriales-militares no podían estar más felices.

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