La panna cotta es un postre típico de la región italiana del Piamonte. Es sencillo de hacer, pues parte de una infusión de leche grasa, vainilla, y gelatina, que se cuaja con frío. Después, se sirve en un vaso con un techo de mermelada (le pega muy bien la de frambuesa) o en un plato (una vez cuajado en un molde).

En las versiones antiguas o tradicionales no se usaba gelatina, y su elaboración se parecía más a un flan. La gelatina, sin embargo, simplifica hoy las cosas. Para que cuaje se tiene que utilizar leche y crema de leche grasa (alrededor de 15 y 35% de materia grasa). Es lo que le dará sabor y ayudará a que se solidifique. Una vez infusionada la mezcla de leche con vainilla, se añade la gelatina y se pone en el molde que más te guste (vasos, copas, moldes de silicona). Al enfriarse, durante al menos unas tres horas, ya la tendrás lista.

Receta de panna cotta

Ingredientes 4 personas: 

• 200 ml. de leche entera.
• 300 ml. de nata líquida espesa, para montar.
• 70 gr. de azúcar blanco.
• 1 vaso de agua fría.
• 3 hojas de gelatina neutra.
• 1 vaina de vainilla.

1. Prepara la panna cotta:

Pon el agua fría en un recipiente y echa las láminas de gelatina hasta que se humedezcan. En un cazo, pon a hervir la leche, la crema de leche, la vaina de vainilla y el azúcar. Remueve hasta que rompa a hervir. En cuanto burbujee, retíralo del fuego, tápalo, y deja que repose durante cinco minutos. Retira la vainilla de la infusión. Saca y escurre la gelatina del agua y agrégala a la mezcla. Remueve hasta que espese y se deshaga la gelatina (usa unas varillas). Pon la mezcla en vasos o en el utensilio donde vayas a servir la panna cotta. Mete los vasos en la nevera y tenlos allí durante al menos cuatro horas, hasta que esté cuajado. Sácalos del frío y cubre la superficie de la panna cotta con la mermelada que más te guste.