La Sriracha es una de las salsas más conocidas del Sudeste Asiático, muy popular en Tailandia (su nombre proviene de una localidad de dicho país). Una mezcla suave, dulce, y no en exceso picante, que ha sabido conquistar las mesas occidentales.

Se utiliza chile rojo y vinagre de arroz, ajo, azúcar y sal. Es en realidad un fermentado. Lo usan como condimento, normalmente en establecimientos de street food y comida rápida, donde untan en ella los mariscos, carnes o verduras. En Occidente, los cocineros la utilizan para darle vida a las alitas de pollo o a los revueltos.

Prepararla en casa en muy sencillo y se puede granular la fuerza del picante. Necesitarás guindillas rojas frescas, ajo, vinagre y azúcar (hay quien usa azúcar de coco).

Receta de Sriracha casera

Ingredientes:

• 150 gr. de pimientos rojos picantes
• Salsa de pescado tailandesa
• 3 dientes de ajo
• 30 ml de vinagre de arroz
• 100 ml de agua
• 30 gr de azúcar de caña
• Varias cucharaditas de sal (al gusto)

Prepara la Sriracha casera:

1. Lava los pimientos rojos picantes, quita su pedúnculo y la parte blanca interior. Si lo quieres picante, conserva las semillas (puedes retirar una parte si trabajas con material muy fogoso).
2. Pon los pimientos cortados junto a los ajos pelados y cortados y el vinagre en un recipiente. Déjalo reposar toda la noche para que fermente.
3. Al día siguiente, tritura los ingredientes junto al azúcar y un poco de salsa de pescado, que salga como una papilla.
4. Pon la papilla en un cazo con un poco de agua y deja que se cueza entre cinco o diez minutos, que quede una salsa espesa.
5. Deja que se enfríe a temperatura ambiente.
6. Añade sal y tritura de nuevo.
7. Guárdala en un bote hermético.