Para darle la bienvenida al otoño y a sus frutos de temporada, ¿qué mejor que preparar un pesto de calabaza que nutra nuestras pastas?

Este invento es una variación del clásico pesto verde, hecho aquí con calabaza asada o frita, y siguiendo los mismos principios: todo machacado - 'pesto' significa 'molido'-, incluyendo frutos secos tostados y aceite de oliva virgen extra, sin olvidar las hierbas aromáticas, como la albahaca o el perejil, y el ajo.

La receta se prepara normalmente con piñones, pero teniendo en cuenta que ya solo el precio del aceite está prohibitivo, puedes utilizar otros frutos secos menos lesivos para tu bolsillo, como las avellanas o almendras, por ejemplo. Los pistachos son recomendables para darle un toque exótico al pesto de calabaza que le sentará muy bien.

Se puede preparar la calabaza al horno o friéndola junto con cebolla y un poco de vino blanco (hasta que esté muy tierna). Una vez machacado el conjunto, solo tendrás que mezclarlo con la pasta cocida junto a un pelín del caldo de su cocción para distribuir mejor el pesto y darle la textura que más te guste.

Pesto de calabaza

Ingredientes 4 personas:

• 300 g de calabaza (cortada en rodajas con su piel, si la haces al horno)
• 1 cebolla
• 50 g de pistachos (sin sal y sin cáscara)
• 30 g de piñones, avellanas o almendras sin tostar
• 50 g de queso parmesano (rallado, o pecorino)
• 1 diente de ajo (opcional)
• Hojas de albahaca fresca o de perejil (un puñado generoso)
• Aceite de oliva virgen extra (alrededor de 100 ml o al gusto)
• Sal y pimienta al gusto

Asa la calabaza y la cebolla:

1. Precalienta el horno a 180°C
2. Coloca las rodajas de calabaza y la cebolla entera en una bandeja para hornear. Rocía con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta.
3. Hornea durante unos 30 minutos, o hasta que la calabaza esté tierna y dorada. Lo mismo con la cebolla.
4. Retira del horno y deja enfriar un poco.

Tuesta los frutos secos:

1. Mientras la calabaza se hornea, tuesta los pistachos y los piñones en una sartén sin aceite a fuego medio durante 2-3 minutos, moviéndolos constantemente para que no se quemen.
2. Retira y deja enfriar.

Tritura el pesto de calabaza:

1. Pela la cebolla y córtala en dados.
2. Con una cuchara, extrae la pulpa de la calabaza de su piel.
3. En un procesador de alimentos o vaso de batidora, agrega la calabaza asada, la cebolla, los pistachos, los piñones y el ajo (si lo usas).
4. Añade el queso parmesano rallado y un puñado de hojas de albahaca.
5. Vierte lentamente el aceite de oliva mientras procesas la mezcla hasta obtener una textura suave y homogénea. Puedes ajustar la cantidad de aceite según prefieras el pesto más o menos espeso.
6. Prueba y ajusta la sal y la pimienta.
7. Deja que repose y viértelo sobre la pasta recién cocida y escurrida, junto a un poco del caldo de la cocción.