La tercera a la izquierda

Gaspar compra a Harry

"Seguro que habláis cada dos por tres con vuestros líderes". Correrá por la cabeza de muchos de vosotros. Un silogismo casi espontáneo: los que cubrimos partidos políticos estamos en contacto permanente con nuestros gandhis. No es del todo falso. Es parte de nuestro trabajo, a fin de cuentas. Debemos rascar al dirigente político, dar un paso más allá de la ceñida rueda de prensa y pillarle en un aparte para que fuera de micro nos proporcione alguna pista más.

Pero estamos en campaña, para bien o para mal. Eso corta el rollito. Sucede aquí con IU y sucede con PSOE y PP. Los candidatos necesitan concentración, dicen. Preparar el mitin. Clavar la frase del día. Colocar el mensaje. Y mantener la tensión. Gaspar la mastica. En las últimas semanas –y es frase compartida por la mayoría de los periodistas que cubrimos IU–, el coordinador está más rígido, escrutando cada uno de los gestos, más reflexivo. Tiende a paliquear menos con los medios.

Gaspar aprovecha los ratos muertos para aprenderse el mitin (condensar el total que luego se colará en televisiones y radios) o relajarse. Hoy se fue de compras. Después de la rueda de prensa en un hotel de Zaragoza con el coordinador regional de IU (Adolfo Barrena), los candidatos por Huesca y Zaragoza (Miguel Aso y Patricia Luquin) y el coordinador municipal (Pablo Muñoz), se marchó a un gran centro comercial a comprarse a Harry. Sí, señor, la última entrega de la saga de J. K. Rowling, Las reliquias de la muerte, que ayer salió a la calle. Era un encargo de su hija, Gema, de 15 años. Aunque le está saliendo rentable. Ayer, en Toledo, sacó a relucir al niño mago (bueno, ya no tan niño) para tachar de juegos florales la estrategia electoral de PP y PSOE. Él prefiere los juegos de mano, el puño comunista para simbolizar a la izquierda comprometida en la que, insiste, caben más ilusiones.

A lo que iba. Llamazares no muestra su vida privada. Lo detesta. Los medios le han pedido reportajes o entrevistas con su mujer, Ana, médico psiquiatra en el hospital de Móstoles (Madrid). Se niega siempre. Su vida es suya, arguye. Y sin embargo Ana y Gema son dos piezas claves en su proyección pública. Como nos comentaba ayer un responsable de la coalición a un grupo de periodista, ambas son quienes le ponen "los pies en la tierra". Las que le dan una bofetada simbólica nada más llegar a casa. Por si acaso se sube a las nubes y pierde contacto con la realidad. Hacen de ciudadano crítico.

Ahora nos vamos al primer mitin de campaña. Al polideportivo municipal El Huevo de Zaragoza, con una capacidad de 4.000 personas. Ya prevemos los temas: sostenibilidad y desarrollo, urbanismo desaforado, el "muermo" de los debates bipartidistas. Quizá nos saque a Harry. Ya tiene el libro. Ése y otros dos más, nos han cotilleado. Que el ratito de compras da también para lujos personales.

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